Agricultura

La sequía y las altas temperaturas lastran la vendimia en el marco Montilla-Moriles

Vendimia en el marco regulador Montilla-Moriles.

Vendimia en el marco regulador Montilla-Moriles. / Juan Ayala

Las previsiones no son nada halagüeñas esta vendimia en el marco de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles. Al igual que el resto de cultivos que se practican en la provincia de Córdoba, el de la uva arrastra ya los efectos de la sequía y de la falta de lluvia, que ha sido insuficiente en los últimos meses. Tanto, que la vendimia ha dado comienzo de manera prematura otro verano más en Córdoba.

Y es que el clima no juega a favor de la agricultura, a pesar de que es el principal factor que marca la fecha de inicio de la vendimia, que anteriormente solía ir desde mediados de agosto hasta finales de septiembre. Un periodo de tiempo que no se cumple desde hace varios años por las condiciones climatológicas. No obstante, también hay que tener en cuenta que hay áreas dentro del marco regulador que son más tempraneras debido a la composición de la tierra.

Eso sí, la clásica imagen idílica que se tiene de recolectores llenando inmensos cestos sumergidos en un profundo mar verde de viñas en espaldera para volcarlos en remolques derramando dulces racimos, y que está anclada en la memoria colectiva, no llegará hasta dentro de una semana y media, periodo en el que se iniciará la recogida de la famosa uva Pedro Ximénez.

Así las cosas, el cálculo que hacen desde el marco regulador es llegar a los 29 millones de kilos de uva al cierre de la vendimia de 2023, según las previsiones que maneja el director-gerente del marco regulador Montilla-Moriles, Enrique Garrido, quien ha reconocido a El Día que se trata de una cantidad escasa y que representa una reducción del 30% respecto a la media de otros años.

Garrido, además, ha hecho referencia a la pertinaz sequía de los últimos cuatro o cinco años y la escasez de agua caída. Sin duda, factores que repercutirán en el balance final de la vendimia de la comarca. 

Hasta el momento ya ha empezado la recogida de la variedad Chardonnay, una de las que se producen en el marco Montilla-Moriles. "Todo depende de cómo lleguemos  en los próximos diez o quince días, si bien, la calidad es muy buena", ha destacado. 

Tras esta primera variedad, a continuación seguirá la vendimia de la uva Sauvignon Blanc, Moscatel, Verdejo y la variedad autóctona y más abundante, Pedro Ximénez, que será la última. Con estas uvas se producirán los primeros mostos con los que se harán los vinos jóvenes. Por su parte, la recogida de la Pedro Ximénez, ha subrayado, "empezará dentro una semana y media". 

En el plazo de una semana empezarán también la vendimia en parte de Moriles, según ha informado el gerente de Bodegas El Monte, Antonio López, quien reconoce que en esta zona del marco comienzan más tarde porque "la vendimia va por ubicación, altitud y climatología". 

Las previsiones que maneja es, en su caso, es tener "unos valores de producción similares" a los obtenidos en la vendimia del año pasado.

López también ha reconocido el problema que supone la sequía. "La viña no ha tenido fuerza para crear vegetación y el sarmiento se ha quedado pequeño", ha reconocido.

El gerente de Bodegas El Monte, además, ha hecho hincapié en la merma de la superficie dedicada a los viñedos en la comarca. Como ejemplo, ha indicado que "la viña que se arrancó el año pasado, no se ha sustituido del todo". En esta línea, ha criticado que "se arranque más de lo que se pone. La viña que va para olivo no vuelve". 

Se trata de una preocupación del sector que lleva produciéndose año tras año. Al respecto, ha insistido en que "no hay estrategia clara", al tiempo que ha alertado de que como consecuencia "no estamos quedando su producción". Las hectáreas cultivadas en el marco rondan las 4.400 de variedades blancas y unas 180 de variedades tinta. 

Bodegas Robles, por su parte, inició el pasado 8 de julio la vendimia 2023, la más temprana de la Europa continental, en sus viñedos ubicados en el paraje de Cantarranas, a escasos metros de la Fuente de La Higuera, entre los términos municipales de Montilla y Aguilar de la Frontera.

Pocos días antes del envero, el instante en que la uva cambia de color de verde a amarillo, Bodegas Robles lleva a cabo una recolección temprana de la variedad autóctona Pedro Ximénez. Esta cosecha se destina a la producción del agraz-verjus Paco Morales, un antiguo aliño suave y aromático de la gastronomía andalusí, que cada año se recrea fruto de la colaboración entre la bodega y el chef con dos estrellas Michelin Paco Morales.

El marco regulador Montilla-Moriles está formado por 18 municipios. En concreto, la zona de producción de la denominación de origen está formada por las localidades de Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, además de parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. 

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