Fría noche en una acogedora Velá de las Cruces de Añora

En el anochecer del sábado, Añora abría sus calles a los visitantes que acudían llamados a conocer los secretos mejor guardados en los últimos meses en forma de adornos florales, tules de entramados imposibles y luz blanca para iluminar sus legendarias cruces. Un espectáculo único para contemplar en una noche donde la tradición marca el ritmo hasta que casi al amanecer se conoce el resultado de un concurso de cruces donde se reconoce el laborioso trabajo de las manos expertas de las cruceras.

Si toda la jornada del sábado dejó entrever las composiciones que tomaban forma en la decoración de las ocho cruces exteriores, hasta las 20:00 no se pudo contemplar el trabajo realizado en las cinco cruces interiores. Dos modalidades distintas, con un mismo fin y con una forma de elaboración completamente distinta, aunque en ambas formas se deja entrever la devoción, tradición, ilusión y complicidad que une a las cruceras en estos menesteres que vienen de antiguo.

A las cinco de la madrugada se pudo conocer al fin que la cruz exterior de San Pedro se alzaba con la primera posición, mientras que Andalucía, 2 hacía lo propio en modalidad de cruz interior. Pero además de esta clasificación final en la que todas las cruces que participan tienen su reconocimiento, el mayor regalo es volver a disfrutar una vez más de esta tradición que llena las calles de visitantes durante toda la madrugada para admirar el trabajo conjunto.

Con el plano de ubicación de las cruces exteriores e interiores en mano, los visitantes se dejaban llevar por el olor a manzanilla que componía una alfombra de bienvenida a cada cruz, mezclándose con el aroma de hierbabuena y el olor a encina quemada de las candelas que daban calor en cada cruz de las 13 que se adornaron en esta Fiesta de la Cruz de 2025.

Custodiadas por las cruceras que llevan meses robándole tiempo a sus rutinas para elaborar con amor y dedicación cada flor, cada hoja y cada adorno de las cientos que hacen la delicia del resultado final, cada cruz lució con luz propia. El visitante pudo comprobar como a la ornamentación clásica de los pliegues de telas y tul que se ha instalado en el imaginario colectivo de la cruz noriega, se está dejando notar ciertas innovaciones en el plegado de las telas, como se pudo ver en las cruces que están en manos de grupos de jóvenes.

Así en la cruz de la calle Córdoba la composición de líneas geométricas enmarcaba una cruz sostenida en el aire con decoraciones asimétricas, o en la cruz ganadora de la calle Andalucía se mezclaba la composición clásica con elementos más novedosos como el mantón de manila sobre el que descansaba la cruz o los tules en forma de volantes donde el color tomaba protagonismo.

Y es que si el blanco es el tono dominante de cada cruz, el toque de color suave que cada grupo de cruceras elige es norma no escrita que no coincida con otra cruz. Son las propias cruceras las que forman parte de la composición del jurado, que junto a otras personas elegidas por el Ayuntamiento de Añora, puntúan cada cruz, y son ellas las que saben valorar la delicadeza de cada composición, prestando especial atención al cerco de la cruz, que es el leitmotiv del que deriva el resto de decoración.

En las cruces exteriores se van incorporando nuevos elementos para sostener una decoración que es más espectacular, levantando en el aire para destacar las cruces de granito como motivo principal. Una de las novedades de este año ha sido la incorporación de un telón negro con toques brillantes de fondo en la cruz de la calle Amargura que recordaba al cielo Starlight de Los Pedroches. El toque brillante de la purpurina y las terminaciones en tonos plata y dorado está dejándose notar cada vez más en estas cruces exteriores.

Pero sin duda, sorprendió anoche la cruz de San Pedro, que con unas composiciones geométricas como fondo con unas decoraciones casi imposibles por la amplia variedad de diseños y elementos empleados para su confección, con una alfombra de sal de la que salían elementos florales asimétricos, dejó boquiabiertos a todo el que se ubicaba en el centro para contemplar el resultado final.

En esta Fiesta de la Cruz gusta ver cómo las manos más jóvenes se están dedicando a tomar el relevo en la decoración y velá de la cruz, con miradas nuevas que se abren a nuevas decoraciones, pero que se sostienen bajo el mismo prisma de seguir una tradición que han vivido y que quieren mantener y sostener en las noches de velá sucesivas.

Este espectáculo para la vista que es la Fiesta de la Cruz se completó con otras delicias para el gusto y el oído, porque a la degustación de los típicos dulces noriegos con chocolate, que sirvieron para calentar las manos y el estómago en la fría noche, los hubo que acompañaron con su baile y sus voces las actuaciones musicales de la Rondalla y Coral Nuestra Señora de la Peña, la Tuna Cultural Hinojoseña, los Amigos de la Ronda y el Bolero y los juglares y trovadores de La Juglaresa, que se fueron desarrollando en la madrugada por cada una de las cruces.

Queda toda esta jornada del domingo para seguir disfrutando de esta fiesta tan singular por las calles de Añora, donde además podrá seguirse en vivo el VIII Concurso de Pintura Fiesta de la Cruz, las visitas guiadas y las actuaciones del grupo de folklore tradicional Los Jarales.