El proyecto de custodia del territorio del enclave de la Torre de la Cabrilla, en Posadas, y su puesta en valor para el turismo cultural y natural ha obtenido un galardón en los IV Premios a las Buenas Prácticas Locales por la Biodiversidad, otorgado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El reconocimiento recae en el apartado de Hábitats, en el que el Ayuntamiento maleno ha quedado finalista; el primer premio ha sido para el Ayuntamiento de Lleida por el camino del río Segre.

La torre de Guadacabrilla o de la Cabrilla es un símbolo de Posadas. La fortaleza, de propiedad privada, ha sido cedida de manera gratuita por un periodo de 75 años al Ayuntamiento, que ha completado su rehabilitación. 

Está datada a principios del siglo XV, aunque se desconoce si en el lugar donde se erige existió una anterior, pues en 1267 se menciona una atalayuela. Su construcción tiene lugar durante el reinado de Enrique III, quien promueve la defensa del territorio frente a las razzias musulmanas que sacuden la zona desde su desembarco en Tarifa en 1267.

Posiblemente, la promoción de la construcción de la Cabrilla se deba a Luis Sánchez, quien tenía encomendada la labor de la correcta defensa del camino Córdoba-Sevilla. Así, formaría parte de un amplio sistema defensivo que completaban la torre del Guadalmellato, el castillo de Almodóvar, el de Las Posadas, Moratalla, Almenara y las torres de Villadiego o de Lora. El monumento está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El concejal de Patrimonio, Rafael Fenoy (PSOE), ha subrayado que la rehabilitación ha tenido en cuenta el lugar "privilegiado" en el que se sitúa la torre, a la entrada de la localidad, en la confluencia de tres arroyos y en la cota más alta de la zona, desde donde se divisan las zonas de especial protección: el bosque galería y el Guadiato-Bembézar. El Ayuntamiento ha tenido en cuenta todo esto para la rehabilitación, que ha incluido la recuperación no solo del inmueble, sino de todo el entorno, ha subrayado Fenoy.