El Llanito de las Descalzas de Aguilar de la Frontera volverá a lucir la Santa Cruz. Ya hay fecha para la colocación de una nueva cruz en la plaza del convento aguilarense. Será el próximo domingo, 21 de enero, cuando quede inaugurada y bendecida esta nueva efigie que será de hierro forjado y se situará sobre un basamento de piedra y mármol.

La cruz ha sido diseñada por el artista local Ricardo Llamas y ha contado con los trabajos en hierro de Antonio Cecilia y en piedra de la empresa local mármoles Morillo.

El proyecto lo ha sacado adelante la Agrupación de Cofradías de Aguilar, que la ha financiado con las aportaciones de las hermandades y de particulares por medio de suscripción popular.

Como ha informado la Diócesis de Córdoba, se convertirá en un homenaje a todas las personas que, a lo largo de los siglos, "han trabajado por el mantenimiento de la fe y la Iglesia en Aguilar, también a los miembros de Cáritas así como a las hermandades y a la religiosidad popular". De este modo se ha pretendido que sea una cruz "en la que todos se sientan representados".

Está previsto que el domingo, 21 de enero, a las 12:00 tenga lugar la misa en la parroquia Santa María del Soterraño y, posteriormente, se procederá el traslado del Lignum Crucis hasta el Llanito de las Descalzas. Allí tendrá lugar la bendición del nuevo crucero.

El anterior fue derribado en enero de 2021, hace ya tres años, por orden del Ayuntamiento, gobernado por Izquierda Unida, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática y con la salvaguarda de la Consejería de Cultura, al encontrarse este elemento en un espacio protegido como Bien de Interés Cultural (BIC). El crucero databa de 1939 y carecía de valor artístico. 

La polémica no tardó en llegar, avivada por imágenes de la cruz, entre escombros, en un centro de recepción de material de obra. Abogados Cristianos llevó la resolución del Ayuntamiento ante del Juzgado de lo Contencioso, que le dio la razón a la Administración; recurrió a continuación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con pronunciación también a favor del Consistorio, y por último acudió en casación ante el Supremo, con idéntico resultado.

Según la providencia del alto tribunal, fechada el pasado mes de julio, la inadmisión a trámite se produce por dos motivos. En primer lugar, por "falta de fundamentación suficiente y singularizada", y en segundo lugar por "carencia de interés casacional". Como resultado, la resolución impone a Abogados Cristianos como parte recurrente las costas procesales, fijadas en 1.000 euros, en favor del Ayuntamiento. La resolución es firme.