Encargados y responsables de 115 establecimientos de hostelería y restauración de Lucena han comenzado a organizarse como asociación. Consensúan, desde hace semanas, propuestas y acciones conjuntas y específicas que favorezcan el reinicio de su actividad. Los dos meses de cierre por la emergencia sanitaria han ocasionado considerables pérdidas económicas, merman notablemente la liquidez y acentúan la incertidumbre.

Un primer contacto promovido desde el Ayuntamiento, con miembros de este sector, con el propósito de sondear inquietudes y el rumbo de bares y restaurantes, desencadenada ya la crisis del coronavirus, suscitó la gestación este grupo, en el transcurso del mes de abril, a fin de compartir y definir las principales demandas.

Al precipitarse un cierre de los negocios alargado progresivamente, solicitan, como reivindicaciones generales más perentorias, decisiones políticas que faciliten la recuperación de solvencia y proporcionen estabilidad y seguridad sanitaria y normativa.

En una reunión telemática, celebrada el pasado día 6 de mayo, más de 80 responsables de empresas hosteleras acordaron un listado de hasta 15 proposiciones tendentes a paliar “la dramática situación” causada por el Covid-19.

Las petición atendida, en mayor grado, por el Ayuntamiento alude a la cancelación de la tasa de ocupación de la vía pública. Este tributo permanece anulado mientras los locales permanezcan clausurados, dentro del período del estado de alarma, y queda reducido en un 40% hasta el final del presente ejercicio.

La delegación municipal de Hacienda cuantifica en unos 150.000 euros la minoración o supresión de las cargas fiscales a los contribuyentes y avanza que, en del Pleno del martes, la Corporación aprobará las transferencias de crédito pertinentes para implementar una línea de apoyo a comerciantes y autónomos –encuadrada en el Plan de Emergencia- engrosada con 350.000 euros. Ambos capítulos, apuntan desde este departamento, benefician prioritariamente a los empresarios hosteleros.

Mínimas concesiones en el aforo

En cambio, fuentes de este gremio lamentan la tardanza y las complicaciones originadas al materializar la ampliación de las terrazas comprometida por el Ayuntamiento. Aseguran que solo una de las 17 instancias que pedían una extensión de la superficie ha recibido una aceptación en su integridad. Las demás autorizaciones, advierten, se han limitado a mínimas concesiones que han consistido, sobre todo, exponen, en añadir una mesa más al 50% permitido por las resoluciones gubernamentales. Y, una última, denegada por completo.

Puntualizan que ponderan “la buena predisposición” transmitida por el equipo de gobierno en las conversaciones mantenidas, por ejemplo, al exteriorizar una voluntad decidida de incrementar el espacio de los veladores. No obstante, manifiestan su decepción por la prevalencia de una ordenanza que impide superar, al colocar las mesas y sillas, un porcentaje máximo de los metros cuadrados totales de determinadas plazas y llanetes y que colisiona con el apartado del decreto de Alcaldía que admite aumentos individuales del área delimitada originariamente. Frente a ello, insisten en recalcar que la coyuntura es excepcional y, en consecuencia, emplazan al Ayuntamiento a articular mecanismos extraordinarios, que modifiquen o flexibilicen, transitoriamente, algunas reglamentaciones.

De modo general, reclaman celeridad en los distintos trámites, puesto que los serios contratiempos los acusan actualmente y la utilidad de cualquier medida pierde efectividad si se demora en exceso. Como paradigma ilustrativo, señalan que algunos de los bares o restaurantes que vuelven a abrir mañana lunes aún ignoran si han obtenido el beneplácito para elevar el número de mesas y sillas; y otros han desistido de afrontar la reapertura por carecer de contestación. Cuantifican, en unas dos semanas, el tiempo medio empleado por el Ayuntamiento en emitir el informe técnico preceptivo.

En todo caso, grupo significativo de recintos hosteleros de Lucena volverá a abrir mañana lunes, una vez aplicada la fase dos de la desescalada que posibilita usar el 40% de las zonas interiores, eso sí, prescindiendo de las barras.