Campiña Este

La fe y la esperanza se hacen pregón en Baena

Eleuterio Alférez-Valenzuela, durante su pregón de la Semana Santa de Baena.

Eleuterio Alférez-Valenzuela, durante su pregón de la Semana Santa de Baena. / S. Núñez

Profundos sentimientos, religiosidad y fe, amistad, minuciosidad y un amor exacerbado a las antiquísimas tradiciones y protocolos, han colmado las palabras del pregonero de la Semana Santa de Baena de 2023. Eleuterio Alférez-Valenzuela ha transportado al abarrotado patio de butacas del Teatro Liceo “hacia la pequeña Roma” en la que Baena se transforma entrada la Cuaresma.

Con sosiego y emocionadas palabras, el pregonero, con manifiestas alusiones a las Sagradas Escrituras, ha detallado con precisión y detenimiento el discurrir de los días de Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo con la casi perfecta cronología con que se desarrolla en el municipio.

En su canto, Alférez-Valenzuela ha hecho alusión a la “rivalidad” que caracteriza a la Semana Santa de Baena por la diferencia del color de las colas, si bien ha asegurado que “mucho se habla de la rivalidad, pero a la hora de la verdad no existen tantos prejuicios de pertenecer a ambas colas”.

Para el pregonero, “es más lo que nos une que lo que nos separa, y esto es lo que hace grande nuestra Semana Santa”. “Los cofrades doblan su compromiso para que la Semana Mayor sea siempre lo que hoy es”. Y es que es común ver a un mismo cofrade perteneciendo a diferentes cofradías y hermandades.

Perteneciente a la hermandad de Nazarenos, Eleuterio se ha visto superado por un nudo en la garganta y lágrimas en sus ojos cuando ha descrito lo que para él supone cargar en la mañana del Viernes Santo con la cruz sobre sus hombros con la que “el tiempo se irá pausando”. Y ha descrito que la cruz le permite “concentrar mis sentidos en ti, Señor, para llevarte mis oraciones”.

Con sentidas palabras, ha reconocido sentir “vergüenza” por su “cansancio, por sus quejas y por sentirse superado” ya que ello evoca haber olvidado “el sufrimiento que padeció Jesús por nosotros”. “Ser de esta cofradía es querer dar testimonio de Ti, una manera de vivir, una elección, ir de tu mano Nazareno”, ha asegurado.

Alférez-Valenzuela ha puesto en valor la fortaleza, lagrimas ahogadas y entereza de la Madre y a la Virgen de la Soledad le ha dicho que “es el espejo en el que nos miramos todos cuando perdemos a un ser querido”. “La Virgen llora con los desdichados y les transite fuerza”, ha dicho.

Su pregón ha concluido con “la alegría de la Resurrección” y con las ocho cuadrillas colinegras “atronando” sus tambores por las calles de Baena. La Virgen del Rosario irá repartiendo “gozo” y los incensarios “repartiendo gloria” y la localidad permanecerá “pletórica durante todo el domingo”, si bien, “como velas que se apagan los tambores irán enmudeciendo a lo largo de la tarde”. Hasta la próxima Semana Santa.

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