fiestas religiosas

La devoción de cada primavera

  • Cientos de vecinos de Belalcázar, Espiel y Montoro participan en las tradicionales romerías que ponen el broche de oro al mes de abril

La Virgen de Gracia de la Alcantarilla, en Belalcázar; Nuestra Señora de la Fuensanta, copatrona de Montoro; y la Estrella, patrona de Espiel. Las tres titulares marianas tienen cientos de fieles en las citadas localidades, en las que ayer se celebraron sus romerías. Una jornada en la que muchos de los romeros miraron más de una vez al cielo por temor a que lloviera.

La romería de Belalcázar se extendió todo el fin de semana y comenzó el sábado con la tradicional misa, que celebró el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Una jornada en la que también se celebró la procesión con antorchas hasta el río. Se trata de una tradición que tiene más de 800 años de historia, a la que cada año asisten miles de romeros del Valle de los Pedroches y también vecinos que en su día tuvieron que emigrar para buscar trabajo y que vuelven a su localidad de origen para participar en ella. Sin duda, uno de los momentos más destacados de la jornada de ayer fue el paso a hombros de la imagen por el río Zújar.

En Montoro, el último domingo de abril es sinónimo de Domingo de Veleras, tal y como se denomina a la romería que en honor de Nuestra Señora de la Fuensanta se celebró en su ermita enclavada en el valle del Corcomé. Y mientras que el año pasado los romeros sufrieron un sol de justicia, ayer tuvieron la incertidumbre de la posibilidad de lluvia y temperaturas algo bajas. Aún así, en la explanada contigua a la ermita y junto al arroyo Corcomé los romeros, que también llegan desde diferentes localidades del Alto Guadalquivir, disfrutaron de un día de campo que giró en torno a esta devoción mariana. La romería comenzó a primera hora de la mañana con la salida de la cofradía hacia el Valle del Corcomé y, a su llegada, se celebró la misa romera, tras la que tuvo lugar la procesión a la que se une la imagen de San José, que coge de la mano al Niño Jesús, y que es portada por romeras montoreñas. La denominación de Romería de las Veleras, si se sigue el término del diccionario, hace referencia a las personas que hacen su peregrinación a un santuario, en este caso el de la Fuensanta, pero cambiando el género al femenino ya que el cargo de hermana mayor es la figura humana más importante de esta romería. La tradición también dice que se debe a que la noche del sábado se realizaba un vía crucis por la ermita a la caída del sol y los devotos acompañaban el recorrido portando velas.

Mientras, en Espiel tuvo lugar la romería en honor a la Virgen de la Estrella, que comenzó con la salida de carrozas y caballistas hasta la ermita, donde se celebró la tradicional ofrenda floral y la misa. La Virgen regresó a Espiel por la tarde, donde se vivió el momento más emotivo de la jornada, con el encuentro de la Virgen con su Hijo en una carrera de los pasos que se conoce como la Reverencia.

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