Vega del Guadalquivir

Caras tapadas, trapos o pelucas: La Victoria llama a las máscaras por el Carnaval

Varias personas en la Llamada a las máscaras de La Victoria.

Varias personas en la Llamada a las máscaras de La Victoria. / El Día

El pueblo de La Victoria, en la Vega del Guadalquivir, celebra este domingo 11 de febrero y el próximo 18, la fiesta del Carnaval con su tradicional costumbre Llamada a las máscaras. Se trata de una antigua costumbre unida al nacimiento de esta pequeña localidad y que solo se vio interrumpida durante la Guerra Civil. 

En la actualidad se materializa en un pasacalles que protagonizan los vecinos disfrazados, pero no con los disfraces de moda, sino con máscaras, la cara tapada, trapos o pelucas. El desfile se hace bailando y lo acompaña la charanga. Uno de los puntos más curiosos, es la frase que se ha de utilizar: “Qué torpe, qué torpe que no me conoces”. Esta es la forma de dirigirse a los vecinos que se encuentran en el transcurso del recorrido de las máscaras por las calles.

La máscara está muy ligada a la localidad de La Victoria. Es más, a pesar de estar prohibida la fiesta, en 1940 las autoridades supieron entender el arraigo de la costumbre entre los vecinos y permitieron su salida con la condición de no pasar por el cuartel.

Como toda tradición, esta ha ido sufriendo algunos cambios. Antiguamente, los victoreños se iban a las encinas de la Poza Roque, donde tenía lugar una jornada de convivencia, en la que no faltaban las murgas y, tras ella, los vecinos se vestían de máscara y recorrían las calles.

Por su parte, las murgas eran otra de las figuras relevantes de la fiesta del Carnaval en La Victoria. Prueba de ello es el repertorio de estas se preparaba bajo el más estricto secreto y sus cantes podían escucharse no sólo en Carnaval, si no durante todo el año.

Entre las coplas que se recuerdan, destacan la de Primitivo, El Tercio o Cerezo. En la localidad se guardan algunas como la que hacía referencia a una nevada en la localidad y decía: “La mañana de la mucha nieve, La Victoria, en expectación. Hombres, niños, viejos y mujeres, y hasta el gato, a la calle salió. Con la lluvia de los pelotazos y la nieve que nos rodeaba, no podías andar cuatro pasos y un pelote en el coco te daba. Con la bulla de los sucedido y dos novios dentro de un portal, intentaron hacer un muñeco y a causa del frio, se le arrugó el plan”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios