Una almazara de Carcabuey, donde se hace uno de los mejores aceites de oliva virgen extra (AOVE) del mundo, ha sufrido esta madrugada un robo que bien podría ser de película. La pasada madrugada, varias personas han entrado por la puerta principal con varios camiones, han ido a una de sus bodegas y se han llevado más de 50.000 kilos de AOVE que en el mercado pueden tener un valor de alrededor de medio millón de euros.

El suceso ha ocurrido en la almazara Marín Serrano El Lagar y la sorpresa que se han llevado sus responsables y trabajadores esta mañana ha sido mayúscula. Al llegar, la puerta principal estaba cerrada, pero el candado no estaba.

En seguida, han comenzado a buscar qué había ocurrido y qué faltaba. Cuando han llegado a la bodega más alejada de la puerta principal, la que está en la parte trasera de la fábrica, lo han descubierto.

Según cuenta el gerente de la almazara, Martín Parra, primero han visto una mancha de aceite en el suelo y, tras esto, han comprobado que dos cisternas estaban vacías. Los ladrones "iban a tiro hecho", señala Parra.

Se da la circunstancia de que este lote de AOVE era "de los mejores" y puede alcanzar en el mercado un precio de alrededor de 500.000 euros, según indica el gerente de la empresa, donde desde primera hora de la mañana se encuentra la Guardia Civil para investigar lo sucedido y poder localizar, lo antes posible, el género y a quienes lo han sustraído.

Los cacos iban con sus propios camiones, han entrado forzando la puerta principal y se han dirigido a la última bodega de la almazara. En las otras dos apenas hay aceite, por lo que "han ido a tiro hecho, a la bodega donde más había".

Una vez dentro, han puesto en funcionamiento las bombas y han extraído el preciado AOVE, cargando sus camiones. En esto han podido tardar entre 45 minutos y una hora por cisterna, por lo que es posible que hayan estado en la fábrica unas dos horas.

Por último, han cerrado las puertas como si no hubiera pasado nada y se han marchado. Ahora, la Guardia Civil busca la carga de los camiones y a quienes la han robado, para lo que pueden ser fundamentales las cámaras de tráfico.