Hinojosa del Duque revivió durante la tarde de ayer un ritual de fe y devoción en torno a la Virgen de Guía. Una celebración litúrgica que se mantiene desde hace siglos y que alcanza mayor esplendor cada año, pese a las altas temperaturas. El día 14 de agosto marca cada verano el retorno de esta imagen hasta la vecina localidad de Villanueva del Duque para volver a su ermita. Se cumplen así de forma fidedigna los estatutos que regulan los derechos de las cuatro localidades que comparten a esta advocación.

A las cuatro y media de la tarde, el repiqueteo alegre y solemne de las campanas de la Catedral la Sierra marcaba el comienzo el rezo del Rosario, que supone el inicio del camino de vuelta de la imagen. Acompañada de cientos de fieles de ambos municipios, la Virgen de Guía recorría las calles de Hinojosa para justo al final del casco urbano ser entregada a la hermandad de Villanueva del Duque, que iniciaba así un traslado que finalizaría a la caída de la tarde y que supone el comienzo de las fiestas mayores de esta localidad. Con anterioridad, la Virgen había detenido su andar en Fuente la Lancha, uno de los cuatro pueblos que junto a Alcaracejos, Hinojosa y Villanueva del Duque la comparten de acuerdo a un reglamento estricto que marca la permanencia de la imagen en cada localidad y los actos de los que es objeto.

Fuente la Lancha es parada obligada en los caminos de ida y vuelta de esta imagen de pequeñas dimensiones cuyo origen se remonta al siglo XIII, cuando estas tierras fueron reconquistadas por los cristianos. Pese a la hora y a las altas temperaturas, el transcurrir de la procesión fue acompañado de viejos cantos de fe y continuos vivas a la Virgen, que no volverá hasta Hinojosa hasta el primer domingo del próximo mes de mayo.