Alto Guadiato

Coronavirus: Denunciados cuatro bares en Peñarroya-Pueblonuevo por las celebraciones de Navidad

  • La localidad acumula 214 positivos en los últimos días, y hay familias enteras en cuarentena, comercios con las persianas echadas y bares cerrados

  • Los primeros 50 contagios se diagnosticaron en jóvenes que tenían entre 17 y 20 años

Un bombero desinfecta una plaza en Peñarroya-Pueblonuevo.

Un bombero desinfecta una plaza en Peñarroya-Pueblonuevo. / El Día

Peñarroya-Pueblonuevo ha cogido en las últimas horas el testigo de municipio colapsado por el covid-19 que en días anteriores, desde la Navidad, ha pasado por Añora o Pozoblanco. La localidad, de 10.695 habitantes, referente en la comarca del Alto Guadiato, suma 214 casos positivos en cuestión de horas, un volumen de contagios que hasta el momento no se había visto en toda la provincia de Córdoba. Un récord sucede a otro récord. Las cifras han bloqueado, literalmente, el municipio: hay comercios y bares con la persianas echadas, familias enteras en cuarentena, empresas cerradas.

El problema, como en Benamejí, Añora, Pozoblanco, Almodóvar del Río, Montilla o Montalbán en meses anteriores, empezó en una fiesta. Cuatro en Peñarroya-Pueblonuevo, para ser exactos, que son las denuncias contra establecimientos concretos que tramita la Policía Local por excesos de aforos durante la Navidad. “Se ha vivido cierto relajamiento, sobre todo entre la población más joven. No tiene sentido que nos engañemos a nosotros mismos. El día de Fin de Año tuvo que salir la Policía Local. Los agentes hicieron una batida por todos los establecimientos del municipio”, relata de manera suave el alcalde peñarriblense, José Ignacio Expósito (PSOE).

Casi los 50 primeros positivos afloraron entre jóvenes de entre 17 y 20 años. “Y esas personas que no han cumplido con las medidas correspondientes han seguido propagando los contagios en sus entornos familiares”, resume Expósito. Desde marzo, con la gestión orillada entre mascarillas, PCR y tractores solidarios, los alcaldes se han transformado en epidemiólogos. Ahora son 214 los contagiados, muchos de ellos personas que no han ido a fiesta alguna pero que conocen a alguien que sí ha bailado y bebido sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad.

Responsables políticos de primer nivel llevan meses recurriendo a las metáforas manidas de siempre para contar a la ciudadanía cómo están gestionando la pandemia. El tono paternista, casi cariñoso, no sorprende. En Andalucía el grifo se abre y se cierra para servir cervezas y cafés que luego quitan el sueño. En otras comunidades andan escalando una pared en vertical. O caminan hacia el precipicio. En Peñarroya-Pueblonuevo, basta salir a la calle para que la realidad, sin metáforas, le sacuda un bofetón gélido a cualquier ciudadano, incluido el alcalde: “Hemos tenido que cortar la avenida José Simón de Lillo por la cantidad de coches que se dirigían al centro de salud a hacerse la PCR”.

Es una imagen clara de qué está pasando en el Norte de la provincia de Córdoba, que a 13 de enero soporta la tasa de contagios más elevada de toda Andalucía, con 961,9 casos por 100.000 habitantes. La media de la provincia de Córdoba está en 364. “Entre los vecinos hay una gran preocupación”, confiesa el primer edil. Tanta que en cuestión de horas, sin necesidad de que la Junta lo determine, la vida en la calle se está paralizando, mezcla de miedo y de precaución.

El Ayuntamiento, que cada mañana hace público un comunicado que es un corta y pega del día anterior llamando a la prevención –esta nueva normalidad es así de repetitiva–, ha suspendido todas las actividades municipales y ha cerrado parques infantiles, jardines y plazas públicas. También se han dado indicaciones a la Policía Local para que haga un “seguimiento escrupuloso” de los vecinos que deben guardar cuarentena. Es todo lo que está en las manos de una entidad local. El resto de las decisiones, las más contundentes, trascienden lo municipal y quedan obligatoriamente en manos de los que llevan meses empleando metáforas para definir su gestión.

Bomberos del Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación han realizado este miércoles durante horas labores de desinfección, y los directores de los colegios y los institutos han solicitado a Educación que suspenda las clases. “Hay que extremar las medidas, y hay que hacerlo ya”, insta el primer edil, que junto a los demás del distrito sanitario Norte han reclamado a la Junta que proceda al cierre perimetral de todas estas localidades. La Administración autonómica, entre metáforas, ha postergado la decisión a este viernes.

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