La Cofradía de la Virgen de Luna de Pozoblanco ha decidido la suspensión de todos los actos en torno a la despedida de la patrona de la localidad pedrocheña previos al regreso de la patrona al santuario de La Jara, con motivo de la crisis del coronavirus, una medida que han adoptado otras cofradías de la provincia en las últimas semanas.

Mediante la reunión mantenido de forma telemática de la junta directiva, presidida por el capitán Juan García, se ha tomado la decisión de cancelar los actos de despedida, entre los que destacan los traslados a las parroquias de la localidad en las semanas previas a la romería, la colocación de placa a la calle mejor engalanada, las ofrendas florales y todo el ritual que desde tiempos ancestrales lleva a cabo la cofradía en esos días tan especiales.

La decisión ha sido consensuada con el capellán y párroco de Santa Catalina, José María González, y con el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello (PP).

La situación de incertidumbre generada por el estado de alarma ante el covid-19 ha llegado a la Cofradía de la Virgen de Luna a tomar esta decisión, con el fin de ajustarse a la normativa vigente y siendo respetuosos “con el esfuerzo colectivo que venimos desarrollando en estos días para preservar nuestra salud y la de cuantos nos rodean”, según se explica en el comunicado oficial.

La romería de regreso de la Virgen de Luna de Pozoblanco a su santuario de La Jara -en la que participan miles se personas- se celebraría el 31 de mayo, donde al día siguiente la recogería la Cofradía de Villanueva de Córdoba, sin embargo, ambas celebraciones han quedado suspendidas.

Queda por decidir en los próximos días cómo se procederá al traslado de la patrona hasta su santuario, manteniendo la normativa y medidas de seguridad y salud, aunque renunciando a algunas de las tradiciones que conlleva dicho traslado.

Desde la Cofradía de la Virgen de Luna se espera que, a pesar de las restricciones por motivos sanitarios, se despida a la patrona como se merece.