La innovación y la base logística

Que el Ejército de Tierra está viviendo una profunda transformación es algo que hoy en día nadie pone en duda. La aparición de nuevas tecnologías disruptivas y la adaptación al ritmo rápido de innovación en que vivimos en el siglo XXI, así lo requieren. También, tal y como afirma el Ministerio de Defensa, "los cambios en el entorno de Seguridad y Defensa, la necesaria coherencia con los objetivos de la Defensa; y la interoperabilidad con los países de las Alianzas". Todo ello ha dado como resultado la creación de Fuerza 35, una ambiciosa solución que requiere un anhelado proyecto: la base logística del Ejército, que se levantará, entre 2022 y 2027, en el polígono cordobés de La Rinconada.

Presente en Feindef'21, el proyecto tendrá como objetivo las estructuras de apoyo logístico del Ejército de Tierra con el fin de mejorar su eficacia y reducir costes, ya que agrupará las actividades de mantenimiento del material en una sola y gran instalación: un complejo de unos 850.000 metros cuadrados en los que se albergará un total de 26 edificios más hangares, en los que se situarán los doce órganos logísticos centrales con los que cuenta el Ejército de Tierra.

La inversión prevista para su creación es de 350 millones de euros que se traducirán en numerosos puestos de trabajo de alta cualificación. En concreto, según se anunció durante la feria, en el taller Hacia una logística predictiva, en los próximos cinco años se realizará una oferta pública de empleo (OPE) para un cupo de en torno a 1.000 personas, que se necesitarán como personal laboral civil. Estos números evidencian que será una gran oportunidad para la creación de empleo, un empleo que, además, destaca por ser anticíclico y resiliente.

La base logística supondrá, además, un auténtico revulsivo en lo que se refiere a la apuesta por la modernización en Defensa. Se conseguirá así crear, lo que José María Bellido, alcalde de Córdoba, ha denominado un "hub logístico de carácter internacional", un verdadero referente en Europa. Así será gracias a la imprescindible utilización de big data, inteligencia artificial, gemelos digitales, realidad virtual y aumentada, fabricación 3D, sensorización y los vehículos autónomos. Y es en este sentido, en el que la creación de la base supondrá una oportunidad de oro para las empresas tecnológicas españolas. Más aún las que trabajan habitualmente con Defensa que, en 2020, realizaron inversiones en I+D+i de 1.250 millones de euros. El Secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares Ramírez, así ya reconocía la necesaria relación entre la industria de defensa y el ejército en la Carta de bienvenida a los lectores del documento Perspectiva de la Industria de Defensa, publicado por el Ministerio de Defensa en 2019: "Es la principal responsabilidad de la Secretaría de Estado de Defensa satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas en lo relativo al armamento y material; priorizando, a su vez, el fortalecimiento de la industria nacional de Defensa".

En ese ámbito, España cuenta con un amplio número de compañías dedicadas a la fabricación de material y tecnología empleado en Defensa. En concreto, según el Registro de Empresas de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) correspondiente al ejercicio 2017, un total de 373. La misma fuente refiere que entorno al 10% de la cifra de negocio de esta base industrial se ha dedicado a innovación, con una productividad de casi 115.000 euros anuales por empleado.

Será sin duda una oportunidad para Thales, gracias a su amplia experiencia en tecnología disruptiva. Ejemplo de ello son sus soluciones de control fronterizo, que se utilizan desde hace tiempo en aeropuertos de distintos lugares del mundo. O sus sistemas de telecomunicaciones, que podrían ser utilizados en la base logística de Córdoba. Y, por supuesto, sus redes para ciberseguridad, uno de los asuntos que probablemente más preocupe de cara a la puesta en marcha del centro del Ejército de Tierra en La Rinconada.

Pero si hay una evidencia de la capacidad tecnológica y digital de Thales, es el centro de producción y mantenimiento que la empresa tiene en Leganés, una fábrica 4.0 en la que tecnologías como el big data y el blockchain permiten, desde que se inauguró el pasado año, optimizar los procesos de fabricación y de mantenimiento predictivo, de vital importancia para defensa. Este centro demuestra que Thales puede ser un aliado clave para la base logística de Córdoba, precisamente porque puede facilitar sus últimas tecnologías, capacidades y experiencia.