Análisis

la gloria de san agustín

No ha empezado mal la cosa

Pues ya estamos de vuelta, que como el que dice parece que ayer mismo nos fuimos, y ya ha pasado todo un mes. Que se ha hecho largo, por no estar en mi Córdoba, pero que también lo hemos pasado la mar de bien, de lujo. Eso sí, vengo más redondo que una pelota de baloncesto, porque comer hemos comido un rato.

Como ya saben, hemos pasado todo el mes de agosto en Trassierra, en un chalet que nos ha dejado un amigo, y que lo tiene mejor acondicionado que un vagón del AVE. Yo no sé la de licores, ginebras y güisquis que tiene, y eso que no hemos abusado, aunque sí que nos hemos tomado algún trago. Y todos los días metidos en la piscina, que anda que no ha venido bien con todo el calor que hemos pasado, sobre todo los primeros quince días, y todo el día preparando nuestras cositas para comer. Peroles, yo no sé todos los que hemos hecho, una barbaridad, de todos las variedades y sabores, y todos buenísimos. Y los tres solos todo el tiempo, Soraya, Cayetano y yo, que no hemos necesitado de nadie más, lo que yo les diga. Que hemos salido poquísimo, pero nada de nada, a comprar una vez cada diez días y poco más. Lo de la temperatura lo hemos notado, como he dicho antes, que los ocho o nueve grados menos, por lo menos, hacen allí arriba, y pueden que sean más. Sobre todo por las noches, que allí se duerme de auténtico lujo, una cosa buena. Vamos que ese es el mejor aire acondicionado que se haya inventado.

De lujo también ha sido el comienzo de temporada de nuestro Córdoba, que vaya cómo han empezado, exactamente igual que como acabaron, con goles y jugando tela marinera. Y vaya golazo de Antonio Casas, vaya categoría que tiene el chaval, que además es cordobés, que lo tiene todo. Doce mil abonados ya, que se dice pronto, que está toda la ciudad volcada con su equipo, como hacía tiempo que no se veía, y eso es porque la pelota entra y porque las cosas se están haciendo bien, todo hay que decirlo. Y donde también se hacen bien las cosas es en el Córdoba Patrimonio, que este año repite en lo más alto del fútbol sala español y ha estado a punto de ganar otra vez la Copa de Andalucía, qué poquito faltó.

En fin, que empezamos bien septiembre, y esperemos que nos dure. Y en nada tenemos la Velá, que ya tenemos ganas de hacer sonar la campanilla. Ya sólo falta que llueva, que hace tela de falta, que los pantanos están sequitos los pobres. Seguro que también llega, vamos a ser optimistas, que siendo pesimistas sufrimos el doble, y no siempre se cumple lo malo, por mucho que lo nombren. Por suerte.

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