Cultura

La cordobesa Olga Pericet repite en las nominaciones a los Premios Max

  • La bailaora y coreógrafa es finalista a la mejor coreografía por 'Rebelión', espectáculo dirigido para la compañía valenciana Marea Danza

La cordobesa Olga Pericet.

La cordobesa Olga Pericet. / El Día

Olga Pericet vuelve a estar entre las aspirantes a los Premios Max de artes escénicas, que este 2022 cumplen sus bodas de plata (25 años). La cordobesa, que ya tiene tres distinciones -la última en la edición de 2020-, ha sido nominada a la mejor coreografía por Rebelión, espectáculo que ha dirigido para la compañía valenciana Marea Danza. Estos galardones están organizados por la Fundación SGAE con el propósito de reconocer el talento de los profesionales de la danza y el teatro de España y la promoción de los espectáculos de la temporada.

La presencia de Olga Pericet (Córdoba, 1975) entre las candidatas a los Premios Max quedó determinada en la reunión del jurado del pasado 20 de abril, de forma telemática, y cuyo resultado se ha dado a conocer este lunes 25 de abril por el comité organizador. De los 449 espectáculos inscritos en esta edición, 179 resultaron candidatos y, de ellos, solo 38 montajes han llegado a la última fase, congregando un total de 65 finalistas. La gala de entrega se celebrará el 6 de junio en el Teatro Principal de Mahón (Menorca).

La bailaora y coreógrafa cordobesa ya es una habitual en la nominación a los Premios Max. De hecho, en 2009 recibió la distinción a la mejor coreografía por De cabeza, en 2015 fue galardonada como mejor bailarina principal por Pisadas, fin y principio de mujer, y el reciente 2020 fue reconocida como mejor intérprete femenina por su espectáculo Un cuerpo infinito, con el que también estuvo nominada al mejor espectáculo. Además, estuvo entre las candidatas al premio en 2012 por su primer trabajo en solitario, Rosa Metal Ceniza, y en 2016 por Flamenco (Ultitled), a la mejor interpretación y mejor bailarina principal, respectivamente.

Ahora, su nominación le llega de nuevo por un espectáculo dirigido al margen de su compañía, para la valenciana Marea Danza y bajo la producción del Teatre Escalante. Rebelión está basada en la obra Rebelión en la granja, de George Orwell, aunque con un toque femenino, y va destinada al público infantil. La coreografía de esta pieza es sobre un grupo de cinco obreras que deciden alzarse contra la explotación a la que están sometidas en la fábrica en la que trabajan. Ha llegado el día "de decir basta, de salir al campo, ver la hierba y escuchar a los pájaros, de pasar más tiempo con nuestros hijos, con nuestras madres o con nosotras mismas".

Además de las 20 candidaturas a concurso, con notable acento andaluz gracias a la presencia entre los candidatos de Alessandra García, Daniel Doña Compañía, Asociación Danza La Pharmaco, Teatro del Soho Caixabank, El Espejo Negro, Ángel Calvente, Manuel Liñán, Marco Flores, Sara Jiménez, Rocío Molina, Luz Arcas o Carlos Álvarez-Ossorio, se conceden dos premios especiales: el Premio Max de honor, que distinguió la trayectoria del dramaturgo y director escénico José Luis Alonso de Santos, y el Premio Max de Carácter Social, que reconoció la labor de Caídos del Cielo, ONG fundada por la dramaturga Paloma Pedrero.

25 años de Premios Max

Organizados por la Fundación SGAE desde 1998, los Premios Max celebran este año su 25 aniversario. El galardón que fue diseñado por el poeta y artista plástico Joan Brossa (Barcelona-1919/1999), impulsor de uno de los colectivos renovadores del arte español de posguerra, se han consolidado a lo largo de estos años como el reconocimiento más amplio en el ámbito de las artes escénicas en el estado español.

A lo largo de sus 25 años de historia, los Premios Max no solo han contribuido a impulsar la nueva dramaturgia, permitiendo una escena fructífera y sólida que es capaz de renovarse y reverdecer constantemente. También han puesto en valor la tradición de las artes escénicas con el Max de honor, galardón que han recibido entre otros Antonio Buero Vallejo, Ana Diosdado, Paco Nieva, Lola Herrera, Nacho Duato, Rosa María Sardà, Víctor Ullate o Adolfo Marsillach, y han sabido reconocer a todas las instituciones y promotoras que han hecho del escenario su apuesta, desde el Teatro de la Zarzuela a Escenamateur, pasando por la Bienal de Flamenco de Sevilla, el Centro Dramático Nacional o el Teatro de la Abadía.

Con un espíritu itinerante que conecta con las raíces del teatro mismo, la gala ha recalado hasta ahora en 12 ciudades y en 20 teatros diferentes, al mismo tiempo que ha puesto sus ojos en la proyección internacional de las artes escénicas y en los grandes del teatro iberoamericano con un premio especial entregado hasta 2013 y que han recibido Héctor Alterio, Les Luthiers o Daniel Veronese. La misma heterogenia la encontramos en la nómina de directores y directoras que han puesto su imaginación al servicio de esta gran fiesta.

Con más de 400 espectáculos premiados, su recorrido es también el relato reciente de las artes escénicas españolas, que pasa inexorablemente por autores, autoras y demás profesionales (encima o detrás de las tablas) de todo rango, condición, motivaciones, sensibilidades, enfoques: Sanchis Sinisterra, Alfredo Sanzol, Andrés Lima, Vicky Peña, Sol Picó, Israel Galván, Eva Yerbabuena, Juan Mayorga, Elisa Sanz, Curt Allen Wilmer, Josep Maria Flotats, Blanca Portillo, Juanjo Llorens, Carlos Hipólito, María Hervás, Jordi Casanovas, Laila Ripoll, Nao Albet o Marcel Borràs...

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