Pocos meses después de nombrar a su nuevo director titular, Lorenzo Ramos, la Orquesta de Córdoba conocerá hoy a la persona que la pilotará desde la Gerencia en uno de los momentos más delicados de sus 20 años de historia, en pleno proceso de recorte de apoyos públicos y con un difuso proyecto de redimensión de las orquestas andaluzas postulado por la Junta que no se sabe en qué acabará. El consejo de administración del Consorcio se reúne hoy para elegir a la persona que sucederá a Alfonso Osuna, gerente desde 1992 hasta el pasado octubre, y que en principio permanecerá dos temporadas en el cargo. De los 15 candidatos iniciales, cuatro pasaron a la final y han sido sometidos a entrevistas por la comisión correspondiente. Mientras, la formación ensaya estos días su concierto de Navidad (ver despiece), en el que interpretará la Novena sinfonía de Beethoven bajo la dirección de su exdirector titular Manuel Hernández Silva.

El nuevo gerente aterrizará en arenas movedizas. La reducción presupuestaria de un 15% para 2013 anunciada por la Junta y secundada por el Ayuntamiento (los estatutos precisan que las dos instituciones deben aportar lo mismo) implica que la formación deberá sobrevivir el próximo año con 2.172.446 euros suministrados por estas dos fuentes, frente a los más de 2.600.000 de 2012 y en el marco de una sucesión de recortes que comenzó hace varios años. Una cantidad que los músicos ya han calificado como insuficiente. El Pleno municipal solicitó al Ayuntamiento y la Junta, por unanimidad de todos los grupos, la realización urgente de un plan de viabilidad para la Orquesta que fue desestimado por el consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, para quien la solución está en abrir un debate sobre las orquestas andaluzas con objeto de darles más proyección en el ámbito regional, de tal manera que las diputaciones y ayuntamientos de otras localidades colaboren en su sostenimiento. Los concejales de Cultura de las ciudades afectadas (junto a Córdoba, Málaga, Sevilla y Granada) se reúnen esta semana con Alonso para analizar la situación y buscar soluciones.

El cambio de financiación decretado por la Junta, la tardanza en algunos ingresos y ahora la disminución presupuestaria para 2013 han creado una situación de creciente inquietud en los músicos, que además consideran que la administración autonómica comete un agravio con la Orquesta de Córdoba: es a la que menos dinero destina por habitante, 3,3 euros frente a los 3,4 de Sevilla, los 4,2 de Málaga y los 5,2 de Granada. Las aportaciones de las dos administraciones al Consorcio solo cubren el 58,82% de los gastos estimados para 2013.

Habilitar otras vías de ingreso es uno de los grandes retos a los que tendrá que hacer frente el nuevo gerente, a quien, según las bases de la convocatoria, se le exige estar en posesión de titulación universitaria de grado superior relacionada con el puesto; conocimientos sólidos y experiencia acreditada de al menos cinco años en tareas de dirección, coordinación, administración y ejecución de proyectos culturales de relevancia, en los aspectos de planificación, organización, gestión presupuestaria y de personal; amplios conocimientos de derecho laboral y gestión presupuestaria y fiscal; y conocimientos y experiencia en gestión de patrimonios y capacidad alta de planificación y revisión de estrategias, políticas y programas. Otros requisitos valorables son el conocimiento y la experiencia en producción escénica, especialmente en música clásica, ópera y ballet (y en gestión publicitaria y de marketing de productos culturales); la aptitud demostrada para las relaciones institucionales y la experiencia en el diseño e impulso de programas educativos, culturales y divulgativos en el ámbito musical. La persona elegida suscribirá contrato de alta dirección en las condiciones establecidas en los estatutos del Consorcio.

La Orquesta de Córdoba cerrará 2012 en plena celebración de su vigésimo aniversario, con nuevo gerente y nuevo director pero con muchas dudas en el horizonte. Con necesidad de nuevas ideas, de imaginación, esfuerzo y compromiso institucional. Y eso sí, con buena música.