Luis Monge, el hijo mayor de Camarón de la Isla, participará el sábado en Amanece por bulerías, una de las actividades paralelas de La Noche Blanca del Flamenco, que este año homenajea al cantaor gaditano. El guitarrista recogerá una placa en memoria de Camarón y además actuará junto a Los Cherokee y Alonso Rancapino. En este espectáculo, que se celebrará en la explanada frente al Mesón de la Luna a las 23:00, también participarán Añil Fernández a la guitarra, Manolo Plantón a la percusión y Nani de Córdoba como artista invitado.

-¿Cuándo empezó en el mundo de la música?

-Empecé hace tiempo, desde que tenía unos siete años. Recuerdo que cuando me interesé por la guitarra era tan pequeño que tenía los dedos demasiado chicos y no podía tocarla. Luego, grabé un disco hace seis años, De buena rama, con un grupo formado por mi familia, mi cuñado, mi primo, mi hermana... Después siempre he estado tocando la guitarra y ahora tengo un estudio de grabación y toco guitarra de acompañamiento.

-¿En algún momento se planteó algún otro camino que no fuera el flamenco?

-La verdad es que no, es lo que me gusta, lo que me llena.

-¿Qué ha heredado de su padre en lo musical?

-Él era tan superior... Lo principal que he heredado es su afición a la guitarra.

-¿En qué le ha influido?

-En la manera de ver la música. Desde chiquitito lo viví estando al lado de él, y quieras que no eso influye. Si no te gusta la música, en realidad por mucho que hagas no consigues nada, pero si te gusta un poco la afición es cada vez más fuerte.

-¿Usted se decanta por la fusión?

-La verdad es que ahora mismo me encanta el flamenco puro, pero como están las cosas hoy en día con el flamenco puro, como no seas muy bueno la verdad es que no puedes vivir de ello.

-¿Qué tiene la fusión que se hace ahora de la que hizo Camarón en La leyenda del tiempo?

-Parte de ahí. La verdad es que es bonito porque haces una mezcla de blues y de jazz con el flamenco, cambias las melodías y haces una fusión que queda muy bien.

-¿Qué recuerdos tiene de su padre?

-Muchos, porque yo viví desde chico con él hasta los 12 años. Como yo era el mayor me han quedado más cosas que a mis hermanos. Sobre todo recuerdo cuando cantaba, que me ponía yo nervioso.

-Ahora que se cumplen 20 años de su muerte se van a celebrar varios homenajes. Además del que se le va a hacer en La Noche Blanca de Córdoba, el Ayuntamiento de San Fernando también programa uno, y se está hablando de crear una fundación con su nombre. ¿Cómo está viviendo estos momentos?

-La verdad es que desde hace mucho tiempo debería haber estado hecha la fundación y su museo, pero bueno, nunca es tarde. Hace ya 20 años pero la gente lo sigue teniendo en sus corazones. Está en un momento muy fuerte. El proyecto de la fundación lleva ya tres o cuatro años pero todavía no se ha llegado a concluir nada.