42 Festival de la Guitarra

Los Enemigos + Lori Meyers: dos chutes magistrales de rock en Córdoba

Lori Meyers en el Teatro de la Axerquía.

Lori Meyers en el Teatro de la Axerquía. / IMAE

Suena Tina Turner en el escenario del Teatro de la Axerquía como si de un pequeño gran homenaje a la pantera de rock se tratara en el año en el que se ha convertido en inmortal. Qué mejor homenaje que con The best (La mejor) y I don't wanna lose you (No quiero perderte) repitiéndose en bucle mientras los operarios preparan el escenario para la actuación de Lori Meyers.

Minutos antes, Josele Santiago se había despedido del público con "estamos felices de compartir escenario con Lori Meyers; os dejamos con Lori Meyers, de Granada". Josele y sus Enemigos, desde 1980 una de las bandas -madrileña por más señas- más importantes del rock español, con altas dosis de humor salvaje y racional, demostraron en su actuación del 42 Festival de la Guitarra de Córdoba que su rock desatado, como siempre, es fiero y tierno a la vez como la vida misma.

El grupo mantiene a lo largo de los años una relación muy estrecha con sus fieles seguidores, quienes siempre mostraron una gran identificación con su música y composiciones. Prueba de ello fueron las innumerables camisetas que se vieron en el recinto con el logo del esqueleto de un pez que es santo y seña de esta banda que se formó en un garito de Malasaña. Sublime su interpretación de Señora, el clásico de Joan Manuel Serrat,  una soberbia versión que pasó directamente a ser una de sus mejores canciones desde que la grabaron dentro de su participación en el disco tributo al Noi del Poble Sec publicado en 1995 bajo el título de Serrat, eres único

El cuarteto madrileño lleva casi cuatro decenios colocando alto el rasero del mejor rock de guitarras en castellano, como Córdoba ha comprobado más de una vez. "Un amigo me ha dicho que la última vez que estuvimos en este maravilloso escenario, en el Teatro de la Axerquía, fue en 1991", recuerda Josele al respetable. Y en sus conciertos, gozosa conjunción de extrema lucidez lírica y voltaica precisión musical, como se demuestra en La Axerquía, no hay tregua: todas las canciones que interpretan –ya sean recientes o con solera– ya son hitos de nuestra cultura popular. Josele Santiago, voz y guitarra; Fino Oyonarte Gómez, bajo; David Krahe, guitarra; y Chema Animal Pérez, batería lo dejan patente en temas como Desde el jergón, El calambre final o Septiembre (todos ellos de su aclamado La vida mata, álbum de 1990, su tercer trabajo discográfico).

También lo dejan patente en otros temas que tampoco suelen faltar en los setlist de sus conciertos como Brindis, Hienas o John Wayne, temas que son marca de la casa. Y en otros chutes de rock como El lado sano (de mi cabeza), Quillo (he vuelto a nacer) o No se hable más (temas estos tres últimos de La cuenta atrás, su obra -de 1991- más ambiciosa en la que la oscuridad es sustituida por luminosidad con tintes más pop). Pero qué pop ni que pop. Esa palabra que define a un estilo musical más light puede ser una blasfemia a la hora de definir una música, la de Los Enemigos que es un verdadero chute de rock. Eso sí que es patente, pero patente de corso.

Los Enemigos en el Teatro de la Axerquía. Los Enemigos en el Teatro de la Axerquía.

Los Enemigos en el Teatro de la Axerquía. / Miguel Ángel Salas

Como chute de rock es la música en concierto de los granadinos Lori Meyers. Un chute de rock con una puesta en escena muy cuidada, algo que agradece su fiel público -legión de seguidores de esta banda a la que se le adjetiviza con el término musical indie- en el Teatro de la Axerquía. Unos Lori Meyers que desprenden, a la vez, incorformismo y serenidad desde los primeros acordes de Seres de luz, tema del un LP que publicaron el pasado mayo, Espacios infinitos, el séptimo en la carrera de la banda que han venido a presentar a Córdoba.

Dicen los críticos que "expansivo y detallista, envuelto en un sonido gordo y saturado que realza la naturaleza de sus partituras, Espacios infinitos acusa recibo del pasado y se proyecta hacia el futuro con estoicismo, aunque sin bajar los brazos ni entregar las armas". De Espacios infinitos son también Hacerte volar, Primaveras y Punk. Pero lo mismo se puede decir de todo el recital que en la Axerquía ofrecen Antonio López García, guitarra y voz; Alejandro Méndez Podadera, guitarra y voz; Alfredo Núñez Aguilera, batería; Juan José Machuca Ariza, teclados; Antonio Gabriel Jiménez, guitarra y voz; y Miguel I. de Lucas de Pinto, bajo.

Lori Meyers demuestra en Córdoba sobre el escenario una evolución musical reflejada en su propósito de conquistar nuevos espacios sonoros, manteniendo la autenticidad que ha cimentado su posición como referentes del pop español contemporáneo. Más ejemplos de ello son Alta fidelidad, Luces de Neón y Luciérnagas y Mariposa (que incluyeran en Cronolánea, LP de 2008) o Mi realidad, Religión, Rumba en atmósfera cero y ¿A-Ha ha vuelto? (de Cuando el destino nos alcance, de 2010).

Noni (voz y guitarra), Alejandro (voz y guitarra) y Alfredo (batería), junto al resto de músicos que los acompañan dibujan un mapa sonoro a base de buenas canciones, buenas canciones que tienen algo mágico y que convierten el foso de La Axerquía en una pista de baile infinita que se queda corta donde no deja de saltar con cada una de ellas esa legión de fieles, llegados algunos de ellos de otras provincias, sobre todo de las andaluzas. O lo que es lo mismo, todo un acto de reafirmación personal que agrada a sus seguidores, que son muchísimos.

Siempre brillará el sol (de En la espiral, de 2017) y temas como los de Impronta (de 2013); o sea, El tiempo pasará, Emborracharme y Planilandia son también un ejemplo de que que Lori Meyers lo tiene todo bien medido; no hay nada que objetar a ello ni a su maestría a la hora de interpretar los temas. Lo que está claro, parafraseando al periodista David Moya, de Dod Magazine, ex que "puedes ser fan o no, pero nadie podrá negar que lo que Lori Meyers ofrece encima del escenario, nadie más puede hacerlo. Y en un mundo globalizado en el que todas y todos parecemos clones, solo sobreviven los que tengan algo diferente que aportar, y ahí reside el éxito de Lori Meyers: la diferencia frente al resto". Lo demostraron en La Axerquía.

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