La Comisión Europea estudia si impone aranceles con carácter retroactivo a los fabricantes de automóviles eléctricos chinos tras constatar que, entre octubre de 2023 y enero de 2024, realizaron importaciones "masivas" de vehículos, ya que se alcanzaron las casi 200.000 unidades, tal como confirmó un portavoz de esa Comisión.

Esta cifra representó un 11 por ciento más que los coches importados entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, en términos de media mensual, mientras que son un 14 por ciento más en comparación con el mismo periodo de cuatro meses comprendido entre 2022 y 2023.

La Comisión Europea, de la que es presidenta Ursula von der Leyen, va a investigar si los vehículos importados desde China a Europa cuentan con subvenciones estatales en su país de origen.

Bruselas estima que esas exportaciones se benefician de subvenciones estatales sujetas a medidas compensatorias, lo que puede ser un perjuicio difícil de reparar.

A partir de esta situación, se ha decidido registrar las importaciones de coches nuevos eléctricos procedentes de China en consonancia con las normas establecidas en el reglamento antisubvenciones de la UE. Esto permite que las aduanas sigan la pista de las vehículos, tras el inicio de la investigación de defensa comercial. De ese modo, será posible percibir de forma retroactiva si se han llevado a términos derechos compensatorios.

La producción de coches eléctricos en China tiene un coste ya casi a la par con la de los térmicos.

Estas importaciones presuntamente subvencionadas por el estado chino supondrían un riesgo para los fabricantes de vehículos semejantes de la UE, con una disminución de sus ventas y niveles de producción reducidos en el caso de que las importaciones a precios supuestamente subvencionados se mantuviesen como hasta ahora. La repercusión negativa en el empleo y sobre los fabricantes, estima la UE, sería difícil de reparar.

Consecuentemente, si la investigación de la Comisión llega a la conclusión de que la industria europea tiene un perjuicio importante podrá imponer la recaudación de derechos compensatorios sobre las importaciones a modo de reparación, aranceles estos que podrían imponerse a partir de julio.