En Córdoba capital, los ciudadanos tendrán la posibilidad de elegir entre 13 candidaturas el próximo 28 de mayo. Hace tiempo que el tripartidismo (PP, PSOE e IU) quedó olvidado en la ciudad y este número de fuerzas políticas es buena muestra de ello, aunque lo cierto es que, respecto a las anteriores municipales -celebradas en mayo de 2019- se han perdido dos listas, ya que en aquel momento fueron 15. Y todo apunta, según el último Barómetro de Opinión Pública y Política de la Universidad de Córdoba (UCO) y otras encuestas anteriores, que serán cuatro las fuerzas con representación en el Ayuntamiento tras las municipales -PP, PSOE, Hacemos Córdoba y Vox- con dos bloques, los de la derecha y la izquierda, con el objetivo de pescar votos en las que parecen ser unas elecciones muy abiertas -por eso de las coaliciones- y en las que el voto indeciso y la participación tendrán, valga la redundancia, mucho que decidir. La cita con las urnas promete suspense.

Están en juego los 29 asientos del plenario, que actualmente están ocupados por seis partidos (PP 9, PSOE 8, Cs 4, IU 3, Vox 2, Podemos 2 y el concejal no adscrito David Dorado, antes de Cs), un plenario hasta ahora gobernado en coalición por el PP y Cs, con ayudas puntuales de Vox. Todos estos partidos vuelven a repetir, aunque la gran novedad es que IU y Podemos presentan candidatura conjunta junto o otras cuatro fuerzas de la izquierda bajo la marca común Hacemos Córdoba, una marca que ha sido puesta como ejemplo nacional por líderes nacionales de estas formaciones ante la advertencia de que, dividir, resta. Además de IU y Podemos, la coalición la componen también Verdes Equo, Alianza Verde, Más País e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

El PP vuelve a confiar su cabeza de plancha al alcalde, José María Bellido, con el objetivo de mejorar los resultados de 2019, y ese objetivo es, tal y como el mismo Bellido ha repetido por activa y por pasiva durante toda la campaña, lograr una mayoría amplia que le permita gobernar en solitario, para que no le ocurra lo mismo que al penúltimo alcalde popular de la ciudad, José Antonio Nieto, quien ganó las municipales en 2015, pero un pacto de la izquierda le impidió gobernar (lo hicieron el PSOE e IU). O no tenga que echar mano de Vox, cuya candidata, Yolanda Almagro, ha sentenciado que ya es hora de que los de Santiago Abascal entren en el gobierno local en el caso de que el PP los necesite para sumar mayoría. Es más, Bellido ha llamado a los votantes del PSOE y de Cs a depositar su confianza en él.

Enfrente, Bellido tiene a un nuevo PSOE liderado por Antonio Hurtado, un hombre curtido en la política y que ha ostentado numerosas responsabilidades en su larga vida en la gestión pública, hasta ahora como diputado nacional, aunque también ha pasado por el Senado, la Junta de Andalucía y el propio Ayuntamiento de Córdoba, donde fue portavoz socialista en el mandato 2003-2007. Un Hurtado que no se lo va a poner nada fácil para conseguir esa mayoría suficiente. Como tampoco lo va a hacer Juan Hidalgo, líder de la coalición de izquierdas Hacemos Córdoba, que aspira a más que sumar los cinco concejales que ahora suman IU y Podemos. En el caso de Ciudadanos, las expectativas de Jesús Lupiáñez, cabeza de lista de un renovado partido naranja son más discretas tras las últimas debacles electorales y después de la salida de la formación de la que fuera primera teniente de alcalde de la Administración Bellido, Isabel Albás, y su integración en la lista del PP. 

El resto de fuerzas políticas a las que podrán darle su confianza los ciudadanos en Córdoba capital son Córdoba Crece, Adelante Andalucía, Por un Mundo más Justo (PUM+J), Nación Andaluza, Partido Animalista con el Medio Ambiente (Pacma), Libres, Andalucía Entre Tod@s y Escaños en Blanco para Dejar Escaños Vacíos.

Bellido se presenta a la reelección con avales como la conclusión de la faraónica obra de Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) del Parque Joyero; o el proyecto del Anillo Verde Periurbano, que supone la dotación a la ciudad de grandes parques y que hará que "Córdoba se convierta en muy poco tiempo en la ciudad con mayor espacio de zona verde de España y de Europa, con centenares de miles de metros cuadrados de nuevas zonas verdes", según ya defendió el propio Bellido. También con el papel jugado por el Ayuntamiento para la consecución de la mano de otras administraciones de la Base Logística del Ejército de Tierra o la bajada progresiva de impuestos durante su mandato, entre otras iniciativas.

Un mandato que ha estado salpicado de un presunto caso de corrupción que ha afectado, el caso Infraestructuras, por el que el entonces edil de este área, David Dorado (Cs), fue detenido  por presuntos delitos de cohecho, malversación de caudales públicos y pertenencia a grupo criminal, edil que acabó como concejal no adscrito. Antes, Bellido había dejado sin responsabilidades de gobierno a Dorado. El caso, que surgió tras denunciar IU y Podemos un presunto fraccionamiento de contratos en el área de Infraestructuras, ha saltado a la palestra en campaña electoral de la mano de Antonio Hurtado y Juan Hidalgo.

Una campaña electoral en la que, por ejemplo, la fiscalidad, el modelo económico para la ciudad más allá de la futura Base Logística del Ejército de Tierra, el comercio, el turismo, la falta de agilidad administrativa, la falta de limpieza en la ciudad, la burocracia municipal o cómo reducir la tasa de paro en Córdoba han sido temas en los que han coincidido los distintos partidos a la hora de lanzar sus mensajes para captar el voto. También, mirando al futuro más inmediato, todos los programas de los partidos incorporan la innovación, modificación o nueva redacción, según los casos, del Plan General de Ordenación Urbana para una ciudad que no deja de crecer con nuevos barrios.