Inflación, subida de la hipoteca, aumento del paro, dificultad para acceder a financiación bancaria... No es de extrañar que la venta de automóviles, uno de los mejores termómetros de la confianza de los consumidores, haya entrado en caída libre. Y es que el lastre con el que hoy cargan los hogares españoles es demasiado pesado. Los fabricantes y vendedores de vehículos adelantaban la semana pasada que agosto sería un mes negro para el sector, y así lo confirmaron ayer los datos definitivos de las patronales de ambos colectivos, Anfac y Ganvam, respectivamente. De acuerdo con sus estadísticas, Andalucía figuró el mes pasado entre las cinco comunidades autónomas con peores registros, ya que las matriculaciones de turismos y todoterrenos retrocedieron un 44,7%, al situarse en 9.989. Por delante de ella estuvieron Murcia (se apuntó un recorte del 51,4%), La Rioja (50,6%), Valencia (46,7%) y Canarias (46,6%).

Si se toma como referencia el dato acumulado entre enero y agosto, el descenso de las ventas en Andalucía fue del 20,6% (se comercializaron 134.486 unidades), frente al 21,1% que se dio a nivel nacional. En cuanto a la caída del mes pasado, sobrepasó en 3,4 puntos la media del conjunto del país, donde se matricularon 58.530 automóviles. Atendiendo a esta última cifra, el sector cerró en España su peor agosto de la historia, y obtuvo el mayor descenso desde enero de 1993. Se trata del sexto mes con recortes en lo que va de 2008, un periodo en el que tan sólo febrero y abril arrojaron ascensos.

La debilidad del consumo y la dificultad, cada vez mayor, para obtener un préstamo -desde enero ha bajado un 30% la concesión de créditos para la compra de coches- se dejó notar en el negocio proveniente de particulares y empresas, mientras que el fin de la temporada turística hizo mella en el que generan las compañías de alquiler.

Al negativo saldo del mercado andaluz contribuyeron, de manera especial, las provincias de Málaga y Almería, al apuntarse sendos retrocesos del 54% y el 47%. A continuación se colocaron Jaén (46%), Córdoba (45%), Granada (43%), Cádiz (42%) y Sevilla (41%). Huelva experimentó el descenso más moderado: un 32,5%.

De vuelta al mercado nacional, las mayores caídas afectaron a los segmentos de todoterrenos y monovolúmenes grandes, con cotas por encima del 60%. Respecto al comportamiento por tipo de combustible, el 33% de las ventas fueron para coches de gasolina y el 67%, para diésel, que siguió perdiendo cuota, al nivelarse los precios de ambos carburantes.

De cara al conjunto del año, el sector mantiene su previsión de una bajada global del 20%, si bien no descarta revisarla al alza.