Economía

El precio de la vivienda caerá un 8% en 2010

  • Un informa del BBVA desvela que el sector suma un 'stock' de más de un millón de pisos y sigue destruyendo empleo, aunque el 44% de los parados logra recolocarse.

El desajuste entre oferta y demanda se traducirá en una caída de los precios nominales de la vivienda en España del 0,5% en 2008, si bien este proceso se agudizará durante los próximos dos años, de forma que lo precios caerán un 5% en 2009 y un 8% en 2010, con un descenso acumulado del 15%, según el último informe sobre 'Situación Inmobiliaria' del Servicio de Estudios del BBVA. 

Concretamente, la oferta no dejará de crecer durante los próximos dos años por la inercia de lo construido entre los años 2006 y 2007 y tardará en ajustarse hasta 5 años, mientras que "será imposible" que la demanda latente se materialice en este periodo por la mala situación financiera imperante. 

Según el BBVA, el "necesario" proceso de reencuentro entre ambas variables no se producirá hasta al menos 2010, cuando comience a reabsorberse el 'stock' de viviendas sin vender, con lo que es de esperar que los recortes de precios ya no sean "significativos" en 2011. 

Así, durante este 'limbo' de dos años, el 'stock' de viviendas nuevas en manos de los promotores, que ya podría superar el millón de inmuebles --entre 800.000 y 1,4 millones de viviendas--, seguirá creciendo hasta alcanzar máximos a principios de 2010, con un ritmo previsto de unas 200.000 visadas al año. 

A partir de 2010 comenzará a ser absorbido este excedente, con más intensidad en el segundo semestre de aquel año. Según el BBVA, hasta 2012 no se recuperarán los niveles de viviendas nuevas en venta similares a los de 2005. 

La razón de esta espera es, por un lado, las dificultades de las familias para acceder a los créditos en plena crisis de confianza en los mercados financieros y las propias expectativas sobre precios, que podrían estar retrasando las decisiones de compra, lo que retroalimenta al mercado para seguir bajando los precios. 

En este contexto, la entidad financiera espera que a partir del año que viene comience a reducirse la carga financiera de las familias, pasando del actual 17% de su renta al 14%, por la moderación del crecimiento del crédito y especialmente por la reducción de los tipos de interés. 

Así, el BBVA espera que los tipos de interés caigan del actual 2,5% al 1% en la próxima primavera, lo que permitirá al Euríbor rondar el 2% una vez aminoradas las primas de liquidez y de riesgo.

Con estas cifras sobre la mesa, el jefe del Servicio de Estudios del BBVA, José Luis Escrivá, encargado de presentar el informe, apuntó que el ajuste de la economía está siendo más intenso en el sector de inmobiliario. Así, destacó que el deterioro del empleo en el 'ladrillo' está siendo "significativo". 

Sin embargo, las cifras que maneja el BBVA ponen de manifiesto que la pérdida neta de empleos será "relativamente negativa" dada la posibilidad de absorción de los parados de la construcción en otros sectores. 

Así, la entidad financiera asegura que el 44% de los trabajadores que pierden su empleo en la construcción encuentra trabajo en otro sector, mientras que el 36% transita al desempleo y el resto, a la inactividad. Los datos también revelan que los extranjeros son los más expuestos al desempleo y los jóvenes los que más movilidad intersectorial presentan. 

Por ramas, la reabsorción de estos trabajadores se produce mayoritariamente en la industria extractiva (27%), el comercio y la hostelería (18%), los servicios empresariales (16%) y la construcción de maquinaria (12%).

Por otro lado, en el entorno, actual de crecimiento nulo o negativo de los precios de la vivienda, "la opción más rentable seria el alquiler", que además podría acelerar las absorción del 'stock' de viviendas o vendido en el mercado y desencadenar una mayor movilidad geográfica en el mercado laboral. Por si fuera poco, según Escrivá, es previsible que los precios de los alquileres experimenten un "descenso significativo". 

Por otro lado, Escrivá hizo mención a las medidas adoptadas por el Gobierno, en el marco del Plan de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012, y consideró "adecuadas" aquellas destinadas a fomentar el mercado del alquiler. 

Si bien, dejó claro que "no sería una buena idea" adoptar medidas fiscales de estímulo del mercado de la vivienda, puesto que suponen actuaciones que a la larga son "estructurales", mientras que la situación del mercado de la vivienda es "cíclica". Con todo, Escrivá dejó caer que "en una situación distinta a la del mercado, sería algo sobre los que habría que reflexionar".

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