Después de saldar con una buena imagen, pero sin puntos, el doble duelo ante el Movistar Inter y ElPozo Murcia, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad completa su semana fantástica visitando al Viña Albali Valdepeñas (Pabellón Virgen de la Cabeza, 18:15), un equipo con la aspiración de dar un salto y mirar a los mejores, si bien no ha arrancando con buen pie. De hecho, la escuadra manchega se mantiene sin victorias después de tres jornadas, por las dos de un conjunto blanquiverde que es consciente de que debe mantener la exigencia de las últimas citas para tener alguna oportunidad de éxito.

Porque más allá de lo que diga a estas alturas del curso la clasificación, el Valdepeñas es un rival fortísimo cuando actúa de local, en "la pista más caliente de la categoría", según recuerda Macario, que ya sabe lo que es caer, y de manera contundente, allí: en la campaña 17-18, con ambos equipos en la división de plata, los tres puntos se quedaron en La Mancha gracias a un 7-1 inapelable cuya respuesta en la vuelta fue un empate a tres tantos. La venganza tuvo que esperar a hace justo un año, cuando con los manchegos ya en la élite, la Copa les devolvió a Vista Alegre para decir adiós en dieciseisavos de final por un ajustado 4-3.

Ahora, ambos conjuntos conviven en Primera División y, a priori, parten con objetivos diferentes. A pesar de su notable arranque, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad sólo piensa en lograr cuanto antes los puntos que le den la permanencia, pero si por el camino cae algún premio... En Valdepeñas, la apuesta para esta segunda campaña es más ambiciosa, ya que tras hacer "una inversión fortísima en plantilla están pensando en pelear por el play off y la Copa", insiste Macario.

Dos aficiones con premio, cara a cara

Pero la preocupación del técnico cordobesista es otra, más allá del obligado estudio de un adversario que tiene en sus refuerzos Chino y Rafael Rato sus mejores argumentos. Al cordobés le quita el sueño ver cómo llegan "de cabeza y de piernas" sus jugadores tras la acumulación de esfuerzos continuados al inicio de la semana. De momento, el primer damnificado es el meta Nono Castro, que ya no pudo ejercitarse en la sesión del jueves y es más que duda. Gonzalo, que ya viajó a Valencia para la primera salida del curso por las molestias de Cristian, está listo para volver a vestirse de corto.

Porque si bien por nombre puede parecer que el Valdepeñas es un rival menos atractivo, jugar en tierras manchegas es un auténtico placer para los jugadores. Un pabellón pequeño, con las gradas cerca de la pista y un ambiente de lujo del que participará también una representación de la fiel afición blanquiverde. Así, se verán las caras la mejor hinchada de Primera y la mejor de Segunda de la pasada campaña como aperitivo de una batalla en la que el Córdoba quiere volver a cambiar la imagen por puntos, que es lo que a fin de cuentas importa en esta carrera de fondo por la supervivencia.