Ver a Rafa Nadal en Córdoba. Ése es el gran deseo de todos los aficionados desde que se supo que el Coso de Los Califas sería el escenario de la semifinal de la Copa Davis ante Francia. El propio José Antonio Nieto aseguró ayer al 99% la presencia del manacorí como número uno del equipo español, algo que se da por hecho en los círculos tenísticos. Sin embargo, su concurso es una incógnita que probablemente no se conocerá hasta días antes del inicio de la eliminatoria.

Las normas de la Copa Davis indican que los equipos deben anunciar su composición con al menos diez días de antelación, pero dentro de ese plazo Nadal (junto con el resto de integrantes de la Armada) estará en Nueva York disputando el Open de Estados Unidos, última prueba del Grand Slam que se celebra en Flushing Meadows del 29 de agosto al 11 de septiembre sobre pista dura. Antes, y dentro de su gira americana, el mallorquín disputará los Masters 1.000 de Montreal y Cincinatti, también sobre pista dura, torneos que marcarán en gran medida su postura final.

Porque después de una temporada marcada por las lesiones y los problemas físicos -que, junto al extraordinario momento de forma del serbio Novak Djokovic le han llevado a perder el número uno del mundo-, Nadal apurará hasta el último momento antes de tomar una decisión que daría una nueva dimensión a la eliminatoria.

Porque a nadie se le escapa que la repercusión mediática y deportiva del España-Francia sería muy distinta con Nadal sobre el albero de Los Califas. Desde el punto de vista meramente tenístico, el regreso del manacorí a la selección es una de las noticias más esperadas después de su ausencia el pasado mes de julio en la ronda de cuartos de final, donde España superó por 1-3 a Estados Unidos sobre la pista dura de Austin (Texas), derrotando por primera vez en su historia al equipo norteamericano a domicilio.

Nadal sí jugó la primera eliminatoria del Grupo Mundial de este año, disputada en marzo de 2011, en la que España pasó por encima de Bélgica en Charleroi (1-4) sacando adelante con gran facilidad sus dos compromisos de individuales. Antes de ese último precedente, habría que retroceder hasta la final de 2009 ante la República Checa (con un claro triunfo por 5-0 en Barcelona) para encontrar una presencia de Nadal con España, ya que en 2010 estuvo ausente de las dos eliminatorias disputadas, tanto en el triunfo ante Suiza por 4-1 como en la contundente derrota ante Francia por 5-0 en Clermont Ferrand.

Por eso es tan esperado el regreso de Nadal, actual número dos del mundo, que obligaría al capitán Alberto Costa a hacer retoques en el equipo. Con su entrada, el balear capitanearía un bloque que quedaría completado por David Ferrer (6 del mundo) para los encuentros individuales, mientras que Feliciano López (28 de la ATP) y Fernando Verdasco (19) se han consolidado en las últimas eliminatorias como una pareja de dobles -el eterno punto débil del equipo español- capaz de pelear contra las mejores del mundo. En la recámara, y ante posibles lesiones, estaría el murciano Nicolás Almagro (10 del mundo) o Marcel Granollers (33), en gran momento de forma tras su triunfo la semana pasada en Gaastad y una alternativa para formar la pareja de dobles. Todos juntos forman la mejor selección del mundo en tierra batida, superficie sobre la que se disputará la eliminatoria al amparo de los 100 metros de altura sobre el nivel del mar que presenta Córdoba, otra de las claves que empujaron a los propios jugadores y técnicos de la RFET a elegir el Coso de Los Califas como escenario del duelo ante los galos.

Porque Francia, actual subcampeona de la Davis tras caer el año pasado en Belgrado por 3-2 ante Serbia, no es un rival cualquiera. Este año ha tenido un cómodo camino hacia la semifinal, ya que antes de llegar a Córdoba ha disputado las dos eliminatorias ante rivales de escasa entidad. Pese a todo, sufrió en la primera ronda para superar a Austria por 2-3, mientras que en cuartos pasó por encima de Alemania (1-4) con un equipo liderado por Gael Monfils (número 7 del mundo) y Richard Gasquet (13 de la ATP). El dobles en el duelo ante los germanos lo formaron Michael Llodrá (31) y Jo-Wilfried Tsonga (16 del mundo), aunque en esa ocasión fue baja Gilles Simon, actual número 11 de la ATP y segundo jugador galo en la clasificación mundial.

Será pues una eliminatoria enormemente igualada, en la que la presencia de Nadal sería un factor determinante. De hecho, la semifinal medirá a España, la primera selección en el ranking de la Copa Davis con 32.504,69 puntos, y a Francia, actual subcampeona del torneo y tercera en la clasificación con 19.783,75 puntos. Entre ambos conjuntos está Serbia, vigente campeona de la Copa Davis y que se medirá como local en la otra semifinal a Argentina. Uno de los dos espera en la final a España -de nuevo en casa siempre que el rival sea el combinado suramericano, si no tocaría viajar al infierno de Belgrado-, que antes tendrá que derrotar en Córdoba a Francia... con la ayuda de Rafa Nadal.