Córdoba CF

Los 7 pecados de Albert

  • La ausencia de resultados y, sobre todo, la involución en el juego y las sensaciones del equipo han obligado al club a prescindir del entrenador tras sólo 8 jornadas.

El Córdoba tocó fondo el sábado con una humillante derrota ante el Málaga en El Arcángel. Vuelve a ser colista de la clasificación en Primera División, con sólo 4 puntos y siendo el único equipo con el casillero de triunfos a cero tras casi dos meses de competición. La mala racha de resultados, pero sobre todo la mala imagen ofrecida en los últimos encuentros, especialmente el derbi más reciente, colocaron a Albert Ferrer en la rampa de lanzamiento y, aunque el club se afanó en defenderlo contra capa y espada durante el fin de semana, finalmente ayer fue destituido. Llegados a este punto, surgen varias dudas: ¿es el técnico el único responsable de esta situación? Rotundamente no. ¿Es el técnico el gran culpable de que el CCF esté donde está? Posiblemente tampoco. ¿Tenía capacidad el técnico para dar la vuelta a la tortilla y sacar al equipo de ahí? Quizás sí, pero... Dando por sentado que tanto la confección de la plantilla como el rendimiento de la misma han dejado mucho que desear, como ya ha quedado demostrado en estas primeras ocho jornadas de la competición, ¿cuáles han sido entonces los pecados que ha cometido Ferrer para acabar de forma rotunda el primer proyecto que iniciaba al frente de un equipo desde el verano?

1. Colista y el único sin victorias todavía

El Córdoba camina hacia el primer cuarto de la temporada cerrando la clasificación y siendo el único de Primera División que todavía mantiene un cero en su casillero de triunfos. Los 4 puntos que tienen los blanquiverdes son fruto de los empates caseros con el Celta y el Espanyol, y en las salidas a Almería y Getafe. De los 122 equipos que componen el fútbol profesional español desde Segunda B hasta la máxima categoría, sólo el Marino de Luanco sigue sin ganar también. El único dato positivo al que agarrarse es que a pesar de esta mala puesta en escena, el objetivo de la permanencia se mantiene a sólo un punto. Y el sábado llega a El Arcángel un nuevo equipo de la zona media-baja de la tabla como la Real Sociedad.

2. Una vulnerabilidad total en el Arcángel

Desde la llegada a finales de febrero de Ferrer al banquillo, el público de El Arcángel apenas si ha podido disfrutar de un par de victorias. De los quince partidos que el CCF ha jugado como local en estos casi ocho meses, sólo ante el Alcorcón (3-1) y el Real Madrid Castilla (2-0) los tres puntos se han quedado en casa; el resto, nueve empates y cuatro derrotas. La temporada pasada, esa falta de fortaleza en casa la suplió el equipo con buenos resultados a domicilio, algo que al no llegar en la actual ha hecho que la situación sea mucho más preocupante. Además, todo el mundo coincide en que el éxito del curso debe conseguirse en casa, algo que de momento está muy lejos de producirse. Entre otras cosas porque de los cuatro visitantes que ya han pasado por el recinto de El Arenal, tres de ellos eran perfectamente ganables, y sólo el Sevilla aparecía con un perfil muy superior. Sin embargo, el Celta y el Espanyol se llevaron un punto de muy diferente sabor y el Málaga el sábado saltó la banca sacando todas las vergüenzas al cordobesismo en su propio hogar.

3. Bandazos en la lista y en las alineaciones

Ya desde el principio, Ferrer dejó claro que no se iba a casar con nadie. No lo hizo en Segunda, cuando tuvo que adaptarse a lo que había, y tampoco lo hizo ahora. El problema es que tras ocho jornadas seguía sin tener claro no sólo el once, sino también una base sólida dentro de las convocatorias. El CCF no ha repetido nunca equipo, y no siempre por culpa de lesiones o sanciones, aunque las primeras se han cebado en alguna zona o fase de la temporada. Como ya hiciera en sus primeros meses al frente del equipo, parecía como si el catalán estuviera haciendo un casting para ver con qué elementos se quedaba. Pero, claro, esa falta de identidad se traducía luego en el campo, donde sólo Juan Carlos, Íñigo López, Fede Cartabia y Borja García o Ghilas parecían tener un sitio fijo. El resto, lo mismo pasaba de la titularidad a la grada sin descansar en el banco, que a la inversa. Pruebas y más pruebas que no daban buena señal a estas alturas del curso.

4. Ausencia de un estilo de juego definido

A su primer proyecto desde el inicio -al Vitesse y al CCF llegó ya iniciada la temporada-, Ferrer trató de darle su sello futbolístico personal. El barcelonés ya apuntó en febrero que su modelo tenía al balón como protagonista y que su equipo debía ser valiente, descarado y ofensivo. Entonces tuvo que adaptarse a lo que había y el cambio a un estilo más conservador acabó con el ascenso. Pero ni siquiera ese éxito varió su planteamiento inicial para esta campaña. Los jugadores elegidos eran para jugar al ataque y así apareció el equipo en la Liga. Sin embargo, el resultado no fue ni mucho menos el esperado y la falta de marcadores y respuesta ante todo tipo de rivales ya obligó al técnico a regresar al pasado. En las tres últimas jornadas, el Córdoba ha querido crecer desde la defensa, aunque al final el rendimiento dado, con la ligera excepción del día del Espanyol, ha sido idéntico. Incluso con variación de esquemas dentro del mismo partido, abandonando el 4-2-3-1 para pasar a jugar con dos puntas y un sistema más clásico.

5. Distanciamiento con parte del vestuario

Una plantilla con 26 jugadores que obliga a descartar a ocho cada fin de semana empuja a que el entrenador tenga mucha mano izquierda para evitar revueltas. Ferrer tiene una particular manera de entender la dinámica diaria, que es la misma que meses atrás, pero ahora que los resultados se torcieron se empezaron a airear discrepancias en la caseta. Lógicamente, aquellos que tenían menos protagonismo son los que andaban quejosos, aunque alguno de los que contaba también anda molesto. Sin embargo, habría que pensar si ellos también pueden dar más de sí en los entrenamientos. Hace quince días, el director deportivo pidió más implicación a todos, y las dos últimas semanas de trabajo fueron "las mejores" de todo el curso, según fuentes del propio club. El problema es que esa aparente falta de sintonía sigue reflejándose en el único sitio que no debe: el verde.

6. Acaparación de poder en fichajes

El aval del ascenso sirvió a Ferrer para sentirse más importante dentro del organigrama del club. El técnico tomó protagonismo directo durante el verano en la construcción de la plantilla, si bien es cierto que tampoco vio satisfechas todas sus pretensiones, tanto en el capítulo de altas como en el de bajas. Sin embargo, ese crecimiento restó protagonismo al director deportivo, Pedro Cordero, que tuvo que aceptar algunos fichajes como el del japonés Havenaar en los que él no confiaba. Ese puenteo fue un órdago a grandes que ahora hajugado en contra del entrenador, que no terminó de encontrar la fórmula para sacar partido a una plantilla demasiado amplia y que, como en años anteriores, vuelve a estar descompensada en algunas posiciones como los laterales, donde falta nivel para la élite, o la mediapunta, con un problema grave de overbooking.

7. Una notable pérdida de confianza

Con el subidón del ascenso todavía presente, la buena respuesta dada por el Córdoba en el estreno liguero en el Santiago Bernabéu reforzó todavía más la figura de Albert Ferrer en la zona noble del club. Carlos González confiaba ciegamente en el hombre que había hecho realidad su sueño de llevar al equipo a la máxima categoría. Sin embargo, el devenir de la competición varió el panorama de forma considerable. Alejado de Pedro Cordero por la intromisión en tema de fichajes durante el verano y con la plantilla no del todo satisfecha con su labor al frente de la misma, la mala imagen de las últimas semanas minó también el apoyo que le tenía el presidente. El técnico fue quedándose sin apoyos dentro y fuera de la caseta, a pesar de los paripés que unos y otros se empeñaban en hacer públicamente. Hasta que la cuerda, como suele ser habitual en estos casos, acabó rompiéndose ayer. Curiosamente, y como ya pasó en otros casos con Paco, Berges, Esnáider o Villa, poco después de que el propio club le mostrara su apoyo. Ferrer se va con la sensación de que podía haber sacado más provecho a un grupo que tampoco ha dado todo lo que lleva dentro y sabiendo que no es ni mucho menos el único culpable de esta situación que tiene al conjunto cordobesista en el fondo de la clasificación de Primera División, la categoría que recuperó en junio, gracias entre otros, al Chapi. Gracias.

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