Con los dedos anulares señalando su nombre en su espalda, haciendo el número uno con su dedo índice y con varios gritos de rabia. Así ha celebrado Julia Figueroa su primera medalla de este 2021, un brillante bronce en el Grand Slam de Tel Aviv, en la categoría de -48 kilogramos, con el que, además, dispara su ventaja en la carrera olímpica sobre su Laura Martínez Abelenda y da un paso casi definitivo para estar el próximo verano en los Juegos de Tokio.

La judoca cordobesa, en su segunda competición del año, ha vuelto a demostrar, como a principios de enero en el Masters de Doha, que está plenamente recuperada de la dolencia en el hombro que le obligó a pasar por el quirófano al final del verano. Figueroa ha completado una actuación notable, ganando tres de sus cuatro peleas y confirmando que está plenamente capacitada para luchar con las mejores. Su única derrota, ante la francesa Shirine Boukli, le empujó al camino más largo para el podio, la repesca, donde no ha fallado.

Julia Figueroa arrancó su concurso en segunda ronda, al quedar exenta de la primera por su condición de tercera cabeza de serie del torneo. Su primera rival, la rumana Monica Ungureanu, le ha exprimido al máximo, tanto que su victoria se ha producido ya en la muerte súbita, por acumulación de penalizaciones (shidos). Así ha alcanzado la primera ventana hacia las medallas, donde Shirine Boukli le ha sorprendido con un waza-ari al inicio de la pelea, obligándole a ir a la repesca. La gala, por cierto, se ha hecho con el oro tras superar a su compatriota Melanie Clement en semifinales y a la gran favorita, la ucraniana Daria Bilodid, en la gran final.

En la repesca, la cordobesa se ha encontrado con una vieja conocida como es la serbia Milica Nikolic, que la ha vuelto a llevar al límite, si bien al final ha sabido exprimir un error de la balcánica al intentar un ataque para llevarla al suelo y batirla por ippon. Misma suerte que ha decidido la lucha definitiva ante Catarina Costa, su verdugo en Doha también en la repesca. En apenas dos minutos, Julia Figueroa ha conseguido una inmovilización de 20 segundos de la portuguesa que le ha deparado esta primera medalla, en forma de bronce, en el año olímpico.

Una temporada que, si nada se tuerce, tendrá su punto culminante con la participación de la cordobesa en los Juegos de Tokio. Porque su única rival por la plaza de la selección española en la categoría de -48 kilogramos, Laura Martínez Abelenda, ha cosechado otro fiasco en Tel Aviv. La madrileña ha caído derrotada en su primer combate, en segunda ronda, ante la rusa Sabina Giliazova, por lo que los 900 puntos de renta con los que Figueroa llegaba a la cita se multiplicarán hasta superar ampliamente los 1.000. El corte final será el 28 de junio.