Córdoba CF

Por fin, Aurelio volvió a sentirse futbolista

  • Aurelio se estrenó en la temporada el sábado para cubrir la ausencia del sancionado Ceballos

Un total de 385 días. De Soria a Las Palmas. Aurelio volvió a sentirse futbolista el sábado. Tuvo que esperar hasta el minuto 87 para salir, y de esta forma recuperar las sensaciones añoradas durante tantos meses de rehabilitación. Con su estreno en el Estadio de Gran Canaria, ya sólo falta por debutar esta temporada uno de los 23 profesionales de la plantilla del Córdoba: Fernando López, relegado al rol de tercer portero.  

“Ha sido un año bastante duro. Pero siempre miro para delante. Ya estoy ahí, ya he jugado, aunque sea dos minutos. Llevaba tiempo yendo con el equipo y ya he debutado. Personalmente, ayer –por el sábado– me llevé una alegría muy grande, porque he pasado un año duro”. Aurelio lo ha pasado mal. Ha sufrido en silencio, con ejercicios específicos, al margen del grupo, casi siempre bajo la supervisión del recuperador de la primera plantilla cordobesista, Víctor Núñez. El tobillo izquierdo le ha dado la lata como nadie podía imaginar, pero ya es uno más. El vestuario está feliz por el retorno de Lelo, que ya ha vivido mucho como blanquiverde: cumple su tercera temporada en el Córdoba. “Me han dado la enhorabuena uno a uno. Han estado ahí y saben que ha sido duro. He trabajado bastante y ellos han estado viéndome”, señaló.

Ataviado con el traje oficial, recién llegado al aeropuerto de Gran Canaria para coger el avión hacia Sevilla, Aurelio recordaba así su contribución en el duelo con Las Palmas: “Fue un poco atípico, porque fue un debut de dos minutos. Pero después de estar parado tanto tiempo, estoy contento por volver a sentirme futbolista. Poco a poco quiero ir ayudando al equipo. La pena es que no conseguimos los tres puntos”.

El defensa hispalense fue protagonista de una acción que pudo costar muy cara. Ya en el minuto 95, derribó a Pablo Sánchez al borde del área. Afortunadamente, Raúl Navas atajó el disparo centrado de David González y el equipo no se volvió de vacío, algo que había ocurrido en los tres últimos desplazamientos (Salamanca, Elche y Levante). “Cuando pita la falta, aunque pienso que toco balón, llego a pensar eso. Pero era una situación en la que no podía hacer otra cosa: el jugador estaba de espaldas, iba a darse la vuelta y ya se quedaba solo. Tenía que evitar que lo hiciera. Gracias a Dios, la falta no entró; hubiera sido bastante jodido”, admitió.

El ex capitán del Alcalá, uno de los pilares en la campaña del ascenso de 2007, entró en los compases finales del partido. La expulsión de Ceballos –la tercera en lo que va de temporada– llevó a Luna Eslava a recurrir a él, pasando Rubén al lateral derecho. La polivalencia es un aval para él en su afán por hacerse un hueco. “El lateral es un sitio que conozco porque he jugado ahí bastantes veces, aunque es verdad que hace tiempo que no juego. Si el míster cree conveniente que puedo echar una mano ahí, estoy capacitado para hacerlo. Ahora mismo quiero ayudar al equipo como sea; si es de lateral, de lateral, y si es de central, de central”, arguyó.

Es más fácil ver los toros desde la barrera. Pero también más angustioso. Ahora que vuelve a ser uno más en el grupo, el zaguero confía en las opciones de permanencia del Córdoba, pues “después de una racha mala, hemos cogido una dinámica de actitud y predisposición bastante buena. Pienso que el equipo ha mejorado. Lo que nos falta es conseguir tres puntos que nos den confianza”.

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