En el año menos esperado, el cordobesismo volvió al lugar de sus celebraciones. La Plaza de las Tendillas ha acogido en la tarde de este domingo la fiesta del Córdoba CF Futsal por el ascenso a Primera División sellado el sábado en Mengíbar. Los jugadores del conjunto blanquiverde, así como el cuerpo técnico y demás miembros de la entidad disfrutaron con algo más de medio millar de seguidores, que dieron un cálido recibimiento a los héroes de Mengíbar. Un grupo de jugadores que ha firmado un final de temporada mágico, con cuatro victorias consecutivas desde aquella derrota que abrió el play off de ascenso, para llevarse el gato al agua y poner a Córdoba en un escenario desconocido en las dos últimas décadas.

Porque aunque todavía cueste creerlo, y salvo que el proyecto se complique más allá de lo debido por no recibir los apoyos económicos necesarios, un escenario que nadie se plantea a estas alturas, la ciudad tendrá el curso que viene deporte de élite, algo que no sucedía desde que el Cajasur Córdoba y el Adecor se colaron en máxima categoría del voleibol femenino.

Esa gesta, que habrá que ir digiriendo poco a poco, es la que ayer celebraron los protagonistas con su afición. Una afición a la que pidieron que siga siendo tan fiel como esta temporada, pues el reto que ahora se presente es mayúsculo y Vista Alegre debe seguir siendo un fortín para recibir a los mejores equipos del país.

Y esa petición no queda sólo ahí, porque aunque ninguno de los protagonistas quiso decirlo claramente, el mensaje flotaba en el ambiente. El éxito deportivo ya está conseguido. Ahora llega el turno de las grandes empresas de la provincia y de las instituciones. El Córdoba CF Futsal ha demostrado que es un proyecto ganador por el que merece la pena apostar y al que no se puede dejar en la estocada.

Al borde de las 20:30, y ante el asombro de los muchos turistas que disfrutaban apaciblemente de la tarde en las Tendillas, la música empezó a atronar desde el escenario dispuesto para la ocasión. Enseguida apareció el autobús que llevaba a los héroes del ascenso, con caras cansadas después de una larga noche de celebración, pero con ganas de seguir paladeando algo que ya nadie les puede arrebatar.

Entre los más vitoreados por la afición, el meta Nono Castro y Lolo Jarque, autor del gol que cerró el triunfo definitivo en Mengíbar. Pero un nombre sobresalió por encima del resto, el de José García Román. El presidente del club, el hombre que hace solo seis años puso en marcha este bendito proyecto, agradeció el calor de la afición y quiso reivindicar lo cordobés. "Mirad un grupo de cordobeses lo que ha conseguido", afirmó García Román, que prometió más porque "a partir de ahora vamos a demostrar de lo que somos capaces los cordobeses".

Manu Leal, con una bufanda blanquiverde, a su subida al escenario de las Tendillas.

El máximo responsable de la entidad, que portaba una bufanda del primer año de vida del club, quiso acordarse de todos los que han pasado por el proyecto, porque reconoció que "ahora es fácil vivir el éxito, pero ha sido mucha gente la que ha trabajado durante estos años para conseguirlo". Para terminar, un deseo, que "llenemos Vista Alegre todas las semanas y demostremos a todo el mundo lo que es el fútbol sala de Córdoba".

La satisfacción del capitán

En nombre del plantel tomó la palabra su capitán, Manu Leal, que quiso "agradecer a toda la afición el apoyo que nos habéis dado", en "un año difícil para todos y en el que la afición y la ciudad se lo merecían". Y es que para este humilde grupo de jugadores, como apuntó Manu Leal, "la mayor satisfacción que podíamos tener era daros una alegría y a base de trabajo lo hemos conseguido".

Los parlamentos dejaron paso a la fiesta más gamberra y en esas lides Pakito demostró mano para meterse a los aficionados en el bolsillo. Por espacio de una hora, los héroes del ascenso disfrutaron con su afición del hito conseguido sin pensar más allá que en lo que hecho hasta el momento.

Porque si algo ha demostrado el Córdoba Futsal en sus seis años de vida es que se trata de una entidad acostumbrada a sortear los obstáculos que le van surgiendo en el camino y convirtiendo los problemas en oportunidades de crecimiento. Ahora, cuando un grupo de cordobeses han conseguido ilusionar a toda una provincia, tienen que tener el merecido respaldo.