No fue un gran partido del Córdoba en Girona. Pero al fin y al cabo  eso no importa cuando se consiguió lo más importante. El triunfo cayó del lado cordobesista gracias a una genialidad de Xisco, que cortó ayer la racha de seis jornadas sin ver puerta. Estos tres puntos sirven para frenar de raíz la mala dinámica de resultados de las últimas cinco citas y le meten de lleno de nuevo al conjunto de Ferrer en la lucha por el play off, colocándose noveno a un punto de la sexta plaza que está en poder de Las Palmas -próximo rival en El Arcángel-. Además, se pone fin a 34 años sin ganar en un campo maldito como el gerundense.

El duelo de Montilivi se presentaba como clave por diversos motivos para el Córdoba, ya que visitaba al colista de la tabla, el Girona, y se podía distanciar de la zona baja de la tabla para acercarse al play off de ascenso si conseguía la victoria. Había ganas entre la afición cordobesa de ver el rendimiento a domicilio del equipo con Ferrer al mando y no quedaron decepcionados, al menos con el resultado. El gol de Xisco en el minuto sesenta y cinco le daba los tres puntos a los blanquiverdes y permite al CCF mirar de nuevo hacia arriba y dejar de lado los puestos de descenso.

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El técnico catalán sorprendió de inicio con la titularidad de Gunino,  Arturo y  Obiora. En defensa no hubo sorpresas, jugando Fran Cruz junto a Raúl Bravo en el eje de la zaga y Dani Pinillos estrenándose en el lateral izquierdo. También volvió al once López Silva. El onubense jugó de enganche, dejando el costado izquierdo a Juanlu. Pero si pretendía con esto darle un punto más de intensidad al equipo, no lo consiguió de inicio, ya que el Girona dominó a placer los primeros instantes del partido. En el minuto dos, ya avisó el delantero local Ortuño con un cabezazo demasiado flojo que atrapó sin problemas Saizar. Pero sólo dos minutos después, el portero cordobesista sí que se tuvo que lucirse para parar a una mano un disparo de Ortuño. Todo un paradón que mantuvo vivo al CCF.

Luego llegó la jugada que dejó helado Montilivi y por momentos se temió lo peor. En  el minuto ocho, el portero local Becerra y Arturo chocaron en la disputa de un balón aéreo, terminando ambos jugadores fuertemente conmocionados sobre el césped. La peor parte se la llevó el meta catalán, que debido al fuerte golpe que recibió en la cabeza tuvo que ser trasladado al hospital, ante las miradas de preocupación de sus compañeros. Por suerte, estaba consciente y parece que su estado no reviste mayor gravedad.

Tal vez aprovechando estos momentos de inquietud en los jugadores gerundenses, el Córdoba tuvo su mejor ocasión. Arturo se quedó delante del recién entrado Palatsí, pero el guardameta despejó su disparo y Gunino tampoco acertó a convertir el despeje en gol para los suyos.

A partir de aquí y en la media hora larga que quedaba (debido  a la lesión de Becerra se añadieron siete minutos) el partido se embruteció notablemente. Las faltas y acciones duras predominaban sobre las ocasiones y jugadas de peligro. Para el Córdoba sólo destacaron algunas aproximaciones en faltas y córners botados por Abel y algún fuera de juego pitado a Arturo cuando se volvía a quedar solo. El Girona, por su parte, tampoco encontró el ritmo de los primeros minutos y su juego no era ni mucho menos fluido.

La segunda mitad pareció arrancar con tinte local. Un disparo de Bordas desde fuera del área y un cabezazo de Richy a la salida de un córner inquietaron algo a la portería de Saizar. Pero llegados al minuto 60 el Córdoba despertó y comenzó a merodear la meta de un equipo local al que los nervios por su situación en la tabla comenzaban a pesar. Palatsí, que se estrenaba ayer bajo el arco gerundense, dio síntomas de poca seguridad en un par de acciones y tal vez eso convenció a los jugadores cordobesistas de probarlo. Lo hizo Xisco desde la frontal en una contra y consiguió adelantar al equipo visitante. Un gol que fue celebrado con euforia por Chapi Ferrer y todo el banquillo blanquiverde.

El Córdoba comenzó a tocar más el balón ante un Girona desesperado que no llegaba al área rival y Juanlu pudo sentenciar entrando sólo por la izquierda, pero se decidió por chutar -demasiado alto- en lugar de ceder para Xisco, que entraba sólo por el centro. El conjunto de Javi López estaba dejando muchos espacios en busca del empate y los de Ferrer salían con peligro a la contra, tratando de aprovecharlos.

Al borde del tiempo reglamentario, Luso fue expulsado por doble amonestación y, en la falta posterior, una salida un poco precipitada de Saizar estuvo a punto de costar el empate, pero Chus Herrero falló a puerta vacía. La suerte sonrió a un CCF que se pudo quedar en el descuento sin tres puntos de oro. Ya no dio tiempo para más y el Córdoba sacó tres puntos vitales en un partido duro, que ayudan a confirmar la línea claramente ascendente del equipo desde la llegada de Ferrer. Esta victoria debe ser refrendada en los dos próximos duelos que el equipo cordobesista tendrá en El Arcángel -Las Palmas y Lugo- para seguir aspirando a lo máximo. Todavía es posible.