El Salerm Puente Genil y el Córdoba B firmaron tablas en un duelo intenso, equilibrado y marcado por la gravísima lesión del defensa rojinegro Fernando López, jugada que obligó a detener el encuentro durante media hora. Con esta igualada, los pontanos se mantienen en la zona noble de la clasificación, mientras que los blanquiverdes acumulan tres partidos sin ganar.

Los primeros minutos fueron de respeto mutuo entre ambos equipos, aunque con llegadas a las áreas. Los locales protagonizaron el primer acercamiento en el minuto dos, con un centro medido de Fernando López desde la derecha que Ismael García cabeceó fuera. Acto seguido, Pau Russo buscó generar peligro con otro centro lateral despejado por Christian López, jugada que generó una contra finalizada con disparo centrado de Alan Araiza desde la frontal, atajado por Iván Morales.

A partir de ahí, el filial cordobesista empezó a tener mas posesión frente a un conjunto pontanés replegado atrás. Antes del primer cuarto de hora, Pau Russo estuvo otra vez cerca del gol con una definición con el exterior dentro del área y, poco después, Marc Esteban probó a Christian López desde lejos. Los de Diego Caro llegaban con mucho peligro, pero el Salerm no renunciaba al ataque y disfrutó de una triple oportunidad en la que ni Salva Vegas ni Ismael García acertaron a empalar el esférico con la zaga visitante superada. Fue el aviso del gol local.

En el minuto 21, y tras un saque de esquina del filial, los pontanenses armaron una rápida contra. Mario Ruiz la puso desde la derecha, Ismael no acertó y Guichard, a placer, aprovechó a rematar a puerta vacía haciendo el 1-0. Tras el tanto rojinegro, el Córdoba B trató de reaccionar. Vela lo intentó con un derechazo lejano, aunque la propuesta de los de Caro pasaba, fundamentalmente, por buscar profundidad por las bandas para ganar la espalda a la zaga pontanesa.

En el 38', Christian López desbarató el gol olímpico de Pau Russo con una gran parada, pero en la siguiente jugada el partido cambió tras un penalti de Fernando López sobre Álvaro Vázquez, jugada muy protestada por los locales por entender que el derribo se había producido fuera del área. El árbitro obvió las protestas y Pau Russo transformó a lo Panenka, empatando y dejando el choque abierto para la segunda mitad.

Tras el intermedio, el Salerm estuvo cerca del segundo tras un saque de esquina cabeceado por Álvaro Pérez y rematado en última instancia por Ismael García, escupiendo la pelota el larguero, pero el filial replicó con un tiro mordido de Mario Peregrina sin excesiva dirección. El encuentro estaba abierto y cualquier detalle podía desnivelar la balanza.

A la hora de partido, Tommy Montenegro armó un derechazo dentro del área, aunque su definición se fue arriba. Fue la replica a buena una acción individual anterior de Álvaro Vázquez. Con el paso de los minutos las precauciones fueron aumentando en ambos bandos, aunque el filial seguía llevando la iniciativa. Marc Esteban estuvo cerquita del 1-2 tras una falta lateral en la que remató de cabeza fuera por poco, jugada que dio paso a una fase de mayor posesión rojinegra.

Fernando Rodríguez, con un libre directo repelido por Iván, y Montenegro, de cabeza, generaron peligro para los locales, pero fue precisamente el defensor astigitano el que sacó bajo palos la siguiente acción de ataque cordobesista. Todo discurría igualado hasta que, a falta de quince minutos para el final, Fernando López cayó gravemente lesionado -posible rotura de tibia y peroné- en una disputa de balón con un rival, jugada que obligó a parar el partido a la espera de la ambulancia.

Tras un parón de media hora, el choque encaró un abierto tramo final, con los jugadores del Salerm extra motivados para tratar de dedicarle la victoria a su compañero. Manuel Pablo, con un gran zurdazo, estuvo a punto de lograr el 2-1, pero Pau Russo también erró un remate de cabeza en boca de gol que pudo significar el 1-2. Sin embargo, cuando todo abocaba a la igualada, el árbitro castigó con penalti un derribo a Juanfran, acción que el propio delantero ejecutó enviando el esférico al poste, dejando el reparto de puntos definitivo.