Paco Jémez accedió a la sala de prensa de El Arcángel por la puerta habitual y cerró la otra lateral para mitigar el ruido. Pero parece una guerra perdida, como comprobó al soplar en los micrófonos y tener que detenerse en la segunda respuesta. Distorsiones al margen, el entrenador del Córdoba estaba más que "satisfecho" porque su equipo había recuperado las señas de identidad perdidas en Almería. Justo a tiempo.

El preparador blanquiverde remarcó el valor de una victoria "ante un equipo que sus números reflejan muy bien lo que está haciendo en esta temporada. Un equipo que sólo había perdido dos partidos, y eso dice mucho de lo que era el rival que teníamos enfrente. No le hemos dejado jugar, no ha hecho su juego, nunca se ha encontrado cómodo en el campo, y eso nos ha posibilitado tener muchas ocasiones de gol, algo que a este equipo es difícil hacerle. Hasta ahora sólo llevaba un gol más en contra que nosotros, encaja pocos goles. Y sin embargo le hemos hecho muchas ocasiones de gol. Me voy satisfecho por el trabajo que ha hecho el equipo y por el juego que ha desplegado. Creo que ha sido un partido bastante bastante completo".

Por encima del fondo está la forma. Porque "más allá del resultado, nadie te asegura que jugando como hemos jugado vayas a ganar los partidos. Eso no lo puede asegurar nadie. Pero en nuestra mente tiene que estar que ésta la única manera que nosotros tenemos de hacer algo. Debemos ser muy fieles a esta idea y no perderla, da igual que juguemos en casa, que juguemos fuera, que juguemos contra el líder, que juguemos contra un equipo que esté abajo... Tenemos que seguir siendo exactamente los mismos y jugar como hemos jugado hoy -por ayer-. A pesar de que se pueden cometer errores puntuales, como la semana pasada, esto nos tiene que valer para tener una experiencia, un bagaje, y saber que ésta es la forma de hacer las cosas. No podemos cambiarla ni variarla en función de lo que haga el rival".

El triunfo fortalece la séptima posición del CCF. "Todo lo que sea alejarnos de los que vienen por detrás y acercarnos a los que están arriba es bueno", admitió Paco, que analizó los números desde otra perspectiva enfatizando que "son 20 puntos los que le llevamos al descenso en este momento. Yo ya para abajo no miro mucho, pero de vez en cuando me gusta mirar porque sé cuáles son los objetivos que nos habíamos marcado a principio de temporada, y ver esa brecha tan grande abierta me da confianza y me da ganas de seguir mirando hacia arriba y no hacia atrás. Si somos capaces de meter también muchos puntos a los que vienen por detrás y quieren engancharse, eso también es positivo, porque te da margen para cualquier posible error. Los que no bajan son los de arriba. Salvo cuando nos enfrentemos entre nosotros, pocos partidos van a perder. Si no nos queremos descolgar de ahí, hay que seguir la marcha, hay que seguir el tren que han marcado, y ganar partidos continuamente, porque los de arriba no cejan en el empeño tampoco".

El técnico compartió con un periodista que llevarse el goal average (en Zorrilla también acabaron 2-0) "hubiera sido la guinda. Cuando estaba en el campo no me acordaba de eso. Pero creo que hemos tenido bastantes ocasiones, hemos tenido oportunidades para que el marcador fuese incluso un poquito más amplio".

Jémez se sacó ayer una espina particular, ya que había cosechado un pleno de tres derrotas ante el equipo albivioleta (dos con Las Palmas y una con el Córdoba". En su opinión, los precedentes "fueron muy parecidos: tuvimos muchísimas ocasiones, y en el momento en que levantamos un poquito el pie del acelerador, el Valladolid demostró por qué es un gran equipo. Eso hoy -por ayer- no ha pasado: hemos presionado arriba, no le hemos dejado jugar desde el inicio, y ésa es la única manera de ganarle a un equipo que en teoría es mejor que tú, que en teoría tiene jugadores con más calidad. No hay que dejarle tiempo ni para pensar".