Fútbol sala | Primera División

El Córdoba Futsal y su apuesta por el mercado internacional: una relación exitosa

Los seis fichajes del Córdoba Futsal para la 23-24.

Los seis fichajes del Córdoba Futsal para la 23-24. / Juan Ayala

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad arrancó la pretemporada el pasado martes de cara a afrontar a partir de septiembre la que será su quinta campaña consecutiva en la Primera División. Los de Josan González ya están en el tramo final de la primera semana de trabajo y todos, a excepción del pívot Muhammad, están entrenándose a los mandos del técnico pontanés, includos los nuevos fichajes con los que la entidad quiere dar un salto de calidad tras un curso en el que la salvación fue el máximo premio.

El Córdoba Futsal ha hecho seis fichajes que completan la plantilla con los jugadores que por su rendimiento en el filial se han hecho un hueco en el primer equipo (Joaquín, Rafalillo y Víctor). Los recién llegados son el cierre internacional paraguayo Damián Mareco, el pívot brasileño Guilherme, el joven ala zurdo italobrasileño Kenji, el ala-cierra brasileño Antoniazzi, el ala diestro internacional paraguayo Arnando Báez y el cierre internacional ucraniano Mikola Mykytiuk.

A excepción de Antoniazzi, que llega procedente del Levante tras consumarse su descenso, de los otros cinco ninguno tiene experiencia en la máxima competición de fútbol sala nacional y tan solo Mareco y Mikola saben lo que es jugar en Europa. Se trata, una vez más, de una apuesta arriesgada por parte de la dirección deportiva del Córdoba Patrimonio, que ficha a jugadores exóticos para competir en Primera. Sin embargo, por el momento es una fórmula que desde que el club llegó a la máxima categoría le está funcionando.

Sus costes son menores a los de cualquier crack de la LNFS y encima su rendimiento puede revalorizarlos si su adaptación es buena. Con esa filosofía lleva funcionando la política de fichajes de la entidad blanquiverde varios años. Y eso que en el curso de su debut en Primera, futbolistas internacionales solo tuvo dos en sus filas: el italiano Giasson procedente del Jaén Paraíso Interior y un joven Shimizu que llegó de El Pozo Murcia y que acabó siendo una estrella y jugador clave en la mejor temporada de la historia del club, la 21-22.

La confianza en el mercado extranjero por parte del Córdoba Futsal comenzó en su segundo curso en la élite, concretamente en un mercado invernal en el que se hizo con dos brasileños que han dejado un grandísimo rendimiento: el cierre Caio y el ala Lucas Perin. El joven ala, de hecho, sigue enrolado en el club y es el pilar fundamental ofensivo de Josan González y uno de los cuatro capitanes. Caio, sin embargo, decidió marcharse el verano de 2022 tras una temporada y media memorables.

Los dos brasileños llegaron sin experiencia ninguna en las ligas europeas y, sin embargo, sus fichajes fueron un auténtico éxito. Lo mismo ocurrió con Álex Viana, refuerzo para la 21-22 que llegó sin conocer la liga pero la dominó a la perfección echándose al equipo en la espalda en muchos partidos de los que ha disputado en dos campañas hasta su marcha a finales de junio.

Tras dos años de aciertos, los fichajes internacionales más truncados fueron los del pasado verano para la 22-23. El cierre Lucas Bolo tuvo un buen desempeño durante el curso, pero no el rendimiento esperado para un internacional con Argentina de su talla. Por su parte, el tailandés Muhammad no llegó a adaptarse del todo en una temporada muy difícil para el equipo y lo mismo ocurrió con un Pulinho que ni siquiera estuvo en la segunda vuelta liguera por no poder volver de Brasil debido a temas burocráticos.

El pívot y el ala tendrán la oportunidad de redimirse en la prometedora 23-24. Al igual que ellos, habrá seis fichajes internacionales por los que ha apostado el Córdoba Futsal que deben dar rendimiento cuanto antes si los blanquiverdes no quieren luchar por la salvación hasta la última jornada como ocurrió el curso pasado. 

Y es que, de los 14 efectivos con los que cuenta Josan González, solo Fabio, Zequi y los tres canteranos son de nacionalidad española, los nueve restantes, extranjeros. Todo lo contrario al primer curso en Primera cuando solo hubo dos jugadores de fuera de España. Se trata de un claro indicador de que la dirección deportiva se aferra a un mercado internacional que por el momento le está dando buenos resultados.

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