Cerrado a cal y canto
Cordoba CF
Competición clausura El Arcángel por un partido por el botellazo a un asistente ante Las Palmas · Al estar apercibido el estadio, la sanción es la mínima posible
El Comité de Competición ha castigado al Córdoba con una multa de 1.500 euros y la clausura de El Arcángel por un partido como consecuencia de los graves incidentes del pasado sábado ante Las Palmas, cuando un asistente recibió el impacto de una botella lanzada desde la grada. El veredicto ha sido bien acogido porque hay que recordar que el estadio estaba apercibido de cierre desde diciembre, por lo que la sanción es la mínima estipulada en el reglamento (entre uno y dos encuentros). Asimismo, la multa podía ascender hasta los 6.000 euros. Antonio Romero, responsable de los servicios jurídicos del club, admitió ayer que “nosotros confiábamos en un partido o dos. Estábamos apercibidos, así que lo teníamos muy complicado. En ese sentido, podemos estar medianamente contentos”.
En el escrito remitido al Córdoba se aclara que “dado que ya fue apercibido el estadio en virtud de resolución de este Comité de 18 de diciembre de 2007, procede acordar la referida clausura por un partido” en función del artículo 118 de los estatutos federativos, “que determina que si la reincidencia se produjera durante la misma temporada, el club incurrirá en la sanción de clausura de su terreno de juego durante uno o dos partidos, concretándose en uno”.
Los nervios han pasado factura a la afición, y el gran perjudicado es el equipo. A raíz del Córdoba-Poli Ejido, el club recibió una multa por una falta leve (lanzamiento de objetos). La cosa empeoró un mes después, con la visita del Albacete: Pérez Riverol suspendió el partido en el descuento ante otra persistente lluvia de botellas. Catalogados estos últimos incidentes como falta grave, El Arcángel quedó apercibido. Y el sábado, en el minuto 89, sucedió lo que Llorente Carcedo recogió en el acta: su asistente Sánchez Fernández fue alcanzado en el omóplato por una botella de medio litro con tapón y llena hasta un cuarto. El trío arbitral se retiró a la caseta y, tras la asistencia médica al afectado, el choque se reanudó sin más incidentes reseñables.
Aunque la clausura estaba cantada, el Córdoba mandó un pliego de alegaciones para recalcar su total disconformidad con la conducta del espectador y el carácter aislado de un hecho reprochado por todo el estadio, así como las advertencias hechas en diferentes medios y la colaboración con las fuerzas de seguridad. La Federación Española asume las disculpas, pero “no pueden ser consideradas como causa de justificación ni siquiera de atenuación del reproche merecedor de sanción, pues el incidente producido (...) es de especial entidad y gravedad”.
El presidente del Comité de Competición, Alfredo Flórez, separó ayer el caso de la polémica sanción al Betis, pues “son circunstancias distintas porque no hubo resultados lesivos y no se suspendió el partido, sino que se reanudó. No son casos idénticos”. “En esta ocasión se ha considerado que con un partido es suficiente”, puntualizó.
Consciente de la importancia de “la colaboración del club”, Flórez esgrimió que “no nos consta que el agresor estuviera identificado y detenido”. Sin embargo, la identificación se produjo el lunes (es un joven socio del sector 5 de la Preferencia Baja) y el Córdoba ya ha emprendido acciones legales contra el acusado y sus dos acompañantes. Según el director general, Rafael Rojas, “han llevado su cordobesismo, su cariño por el equipo, a unos extremos que se salen de los límites de lo aceptable. Son circunstancias que no se pueden permitir, porque causan un daño tremendo al club, a toda la afición y a una ciudad que se ve reflejada en los medios por un incidente de este tipo”. Sin embargo, el asunto “no refleja para nada el talante de nuestra afición”.
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