Balonmano | Liga Asobal

El Ángel Ximénez ofrece una buena imagen ante el intratable Barça

Luisfe es presionado por N'Guessan y Carlsbogard.

Luisfe es presionado por N'Guessan y Carlsbogard. / BM Puente Genil

El Barça impuso un año más la lógica en su visita liguera a Puente Genil y se llevó la victoria ante el Ángel Ximénez por 28-36. Fue un choque donde los pontanenses ofrecieron una gran imagen, aunque no tuvieron opciones de inquietar a los azulgranas para evitar que lograran el triunfo en esta sexta jornada de la Liga Asobal.

El encuentro comenzó con un intercambio inicial de goles, pero pronto el Barça tomó ventaja en el electrónico con un parcial de 1-4, ventaja que mantuvo pese a la exclusión de Gallego gracias a la efectividad de Ariño por el extremo. En el Ángel Ximénez tan sólo Boskos veía cierta claridad en los lanzamientos, topándose el equipo pontanés con la férrea defensa visitante.

Sousa puso el 5-8 antes del ecuador del primer acto en una fase donde los de Puente Genil mejoraron en defensa y ataque, pero Cikusa y Richardson devolvieron el margen de cuatro y cinco goles favorables al cuadro catalán. No obstante, los de Paco Bustos no se rindieron y de nuevo Arsenashvili acercó a los suyos hasta el 7-10. Acto seguido, Ribeiro -el mejor del Ximénez en el primer acto- levantó al público anotando el 8-10 en el minuto 17 y, en el siguiente ataque, Boskos culminó el 3-0 de parcial poniendo a los locales a uno, lo que obligó a Carlos Ortega a parar el partido para júbilo de los aficionados que llenaban el pabellón.

El partido se equilibró, pero la rigurosa exclusión de Arsenashvili, con 11-12, mermó la resistencia pontana. Rodríguez y Ariño, en superioridad, anotaron, y el electrónico se fue a 11-14, renta que no fue a más de no ser por las buenas intervenciónes de Ben Tekaya ante Aleix Gómez. Luisfe recortó diferencias, y el equipo se empleó a fondo tras la exclusión de Jánosi, aunque las paradas de Nielsen y el acierto de Ariño, dieron otra vez margen a los azulgranas que llegaron al intermedio con un 14-17 favorable.

Tras el paso por los vestuarios, Bernabéu estableció el 15-17, una ventaja que se estabilizó durante algunos minutos. Estaba permitido soñar, aunque la sorpresa resultaba hartamente complicada y casi imposible. Dika Mem, N'Guessan y Richardson volvieron a situar un 17-22, que puso el partido muy difícil y obligaba a Paco Bustos a solicitar tiempo muerto.

A partir de ahí, el Ángel Ximénez ya no tuvo opciones ante la defensa azulgrana, que comenzó a engrasar su primera y segunda oleada. Tanto De Hita como Pérez de Vargas, con sus paradas, impidieron que los guarismos goleadores se elevaran más si cabe, pero la suerte del encuentro ya estaba echada, y el Barça comenzó a ahondar en la herida para acabar llevándose el envite por un 28-36 que reflejó la resistencia y el buen partido de los pontanenses.

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