Balonmano | Copa del Rey

El Ángel Ximénez logra su billete para la fase final de la Copa del Rey (38-31)

  • Los pontanos, que cayeron con claridad ante el San Pablo Burgos (38-31), pasan de ronda por hacer valer el resultado obtenido en el Alcalde Miguel Salas

José Cuenca lanza ante la presencia de Mijuskovic.

José Cuenca lanza ante la presencia de Mijuskovic. / Sergio Delgado

El Ángel Ximénez logró con sufrimiento su billete para la fase final de la Copa del Rey. Los pontanos cayeron con claridad ante el San Pablo Burgos, equipo de División de Honor Plata (38-31), pero hicieron valer el resultado obtenido en el encuentro de ida en el Alcalde Miguel Salas (37-29). Por un gol, los de Paco Bustos pasan de ronda y estarán en la F8 de Antequera. 

Tras la derrota sufrida el pasado domingo ante el Sinfín (30-27), el Ángel Ximénez, que se mantuvo por el Norte hasta el encuentro de este miércoles en El Plantío, no llegaba con las mejores sensaciones. A eso se unieron las lesiones de varias piezas del plantel pontano. De ahí que los de Puente Genil sufriesen lo indecible para lograr el pase y estar el próximo mes mes de marzo en Antequera.

El San Pablo Burgos rozó la gesta, que hubiera sido histórica al quedarse a tan solo dos goles de su clasificación, aprovechando la relajación final de su rival. El conjunto local se impuso por 38-31, siete goles de margen, después de haber perdido en cancha cordobesa por 37-29, por lo que, dados los goles anotados en campo contrario hubiera necesitado vencer por nueve tantos.

Los locales entraron de lleno en el partido con un parcial inicial de 3-0, aunque también incurrieron en errores de precipitación que aprovechó su rival con mayor poderío físico para igualar pronto el choque (6-6) e incluso colocándose por delante en el marcador puntualmente (10-12), volteado por los cidianos hasta una renta de 17-13, reducida al descanso a un gol.

Desde la defensa intentó volver a crecer el conjunto de Nacho González, aunque el intercambio de goles solo favoreció a los pontanos, con una eliminatoria que parecía claramente decantada, aunque con algún arreón burgalés (31-27). Paco Bustos no encontraba la forma de sujetar a su rival, aunque a diez minutos del final la renta solo era de dos goles. Esto quizá hizo incurrir al Ángel Ximénez en un exceso de relajación que a punto estuvo de costarles caro en inferioridad numérica para acabar sudando la clasificación. Una vez sellado el billete, los de Puente Genil festejaron su quinta clasificación para una ronda final copera.

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