UCAM Murcia - Córdoba CF | La Crónica

Es el momento de creer (1-1)

  • El mejor Córdoba del curso se topa con su falta de pegada y cede un empate con reflejo en la tabla

  • Los blanquiverdes, mandones y con muchas llegadas, igualaron a pelota parada tras regalar el 1-0

Farrando remata de cabeza superando al central del UCAM Murcia Charlie Dean.

Farrando remata de cabeza superando al central del UCAM Murcia Charlie Dean. / Pascu Méndez / LOF

Es el momento de creer. Habrá quien piense que este alegato, cuando el que el Córdoba CF sale de los puestos que dan derecho a pelear por el ascenso, tras encadenar dos jornadas sin ganar, tiene un punto de suicida. Pero el análisis global del choque ante el UCAM Murcia, en un partido considerado de play off por todos, invita al optimismo. Quien se quede en el resultado verá otra cosa, claro está. Pero quien dedique un instante a la reflexión, seguro que encuentra puntos para tener confianza, y en un futuro muy cercano.

Porque más allá del empate, que deja cuarto al conjunto blanquiverde, el partido en La Condomina permitió ver la mejor versión del equipo en lo que va de temporada. Al menos, durante muchos minutos. Fue mejor y mereció mejor resultado, pero le penalizó un nuevo error en el área propia, en la única llegada universitaria, y esa falta de pegada que la dirección deportiva se afana en solventar antes de que el mercado de fichajes baje el telón la noche del lunes 1 de febrero. Más allá de las áreas, por fin se vio un bloque con capacidad de mando, con claridad con balón y trabajo para nublar al enemigo. Detalles que ofrecen luz.

Y que sirvieron para culminar, salvando el mal menor de un punto, un partido grande del CCF, que herido en su amor propio por el tropiezo de la semana anterior ante el Yeclano Deportivo, salió decidido, por fin, a demostrar todo el fútbol que tiene dentro, ese que hasta el momento solo había mostrado a cuentagotas en la presente campaña. Con tres cambios en la alineación titular, con Manu Farrando en el lateral derecho, Javi Flores en la mediapunta y Valverde abriendo el campo por el perfil diestro, los blanquiverdes se hicieron con el dominio desde el principio... y hasta el final ante un aspirante claro al ascenso. Que no se olvide.

Ese control de la situación no tardó en hacerse notar en el cómputo de aproximaciones. A los siete minutos, Jesús Álvaro fue el primero en avisar en el área universitaria, con un cabezazo desviado entrando desde la segunda línea para culminar el buen envío de Carlos Valverde. El utrerano participó también en la siguiente llegada, aún más clara; su toque de cabeza tras un envío de Moutinho desde la izquierda tocó en la espalda de Chacartegui y el rechazo le cayó a Javi Flores, que remató forzado topándose con el poste.

Jesús Álvaro pelea por la pelota con Santi Jara. Jesús Álvaro pelea por la pelota con Santi Jara.

Jesús Álvaro pelea por la pelota con Santi Jara. / Pascu Méndez / LOF

El Córdoba estaba bien, manteniendo arriba su línea de presión e implementando su capacidad en el juego combinativo, con claridad y suficiencia para combinar al primer toque, rápido. Del UCAM Murcia no había noticias, pero su primer estirón fue letal. Chacartegui desdobló bien por la izquierda y puso una pelota al punto de penalti que Farrando no acertó a despejar, dejándola franca para la llegada de Pablo Espina, que a la segunda, y tras un primer rechazo del muro cordobesista, superó bien a Becerra con un tiro ajustado.

El gol dejó tocado por un momento al cuadro de Alfaro, que poco después avisó de nuevo con una llegada por la derecha que Aketxe culminó con un remate de primeras arriba. Fue, junto a una contra mal dirigida por Santi Jara, la única salida más en el primer periodo del UCAM, sometido por el buen hacer de su rival. Y no solo en la zona de creación, sino también donde se deciden los partidos. Javi Flores, tras una contra en la que se quedó sin apoyo por la infracción de Tropi a Willy que le costó la amarilla, disparó arriba.

Fue el comienzo de una fase de dominio y control absoluto de los visitantes, capaces de hilvanar bien, con suficiencia para superar líneas, pero con ese déficit habitual en la definición y el último pase. Moutinho probó también a Biel Ribas con un latigazo con la zurda que el meta repelió a saque de esquina, y poco después no llegó a un envío desde el costado diestro de Valverde que ya no había cazado al primer palo Willy.

El partido se jugaba ya en 40 metros, los que había desde el portal local hasta donde se situaba Aketxe, en lo que era un perfecto reflejo del guion expuesto. Entonces apareció ese arma siempre recurrente del balón parado. En una primera falta lateral, Manu Farrando remató arriba entrando bien en el punto de penalti; en la segunda, ya camino del intermedio, el zaguero hispano-argentino cabeceó solo en el segundo palo tras liberarse de la marca de su par, encontrando el poste, con Ribas batido.

El premio a la insistencia

El Córdoba estaba comodísimo, más allá del resultado, encontrando por fin la fluidez en el juego que se le había resistido hasta la fecha. El meta azulón resolvió abajo un buen remate de Mario Ortiz llegando desde segunda línea tras un balón expuesto desde la izquierda y ya en la última antes de enfilar los vestuarios se sacó una mano salvadora a tiro desde la frontal de Alberto del Moral. Ahí acabó un primer periodo en el que solo la falta de acierto privó de un resultado mejor a un equipo blanquiverde superior, pero sin tino.

Esa tendencia se mantuvo tras el paso por los vestuarios. El CCF siguió apretando, acorralando tanto cerca de su portal al UCAM Murcia que llevó a José María Salmerón a reforzar su entramado defensivo con la entrada de un zaguero como Admonio por un extremo como Santi Jara. Un movimiento táctico, que situó a la escuadra universitaria con una línea de tres centrales para proteger aún más su arco. Quizás fue el resorte al último susto, con una aparición de Javi Flores en el área que culminó con un disparo ajustado que atajó Biel Ribas.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el gol de Willy al UCAM Murcia. Los jugadores del Córdoba CF celebran el gol de Willy al UCAM Murcia.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el gol de Willy al UCAM Murcia. / Pascu Méndez / LOF

No quedó ahí la agitación de Salmerón, que acto seguido refrescó su ataque con la entrada de Liberto y su último fichaje, Jordi Sánchez. Pero la ambición blanquiverde era creciente y eso no lo frena un simple giro en el planteamiento. Menos aún tras el empate, que hizo buena esa sensación de superioridad cordobesista en el choque desde muchos minutos antes. Willy cabeceó a la perfección, ganando la partida a toda la zaga, un balón puesto desde la derecha por Javi Flores, ajustado al palo, alejado de los dominios del portero.

Con las tablas en el marcador, el encuentro entró en una fase de mayor equilibrio, como si el CCF se diera un respiro para luego lanzar la ofensiva final, que no terminó de llegar. Porque a pesar de los relevos de Piovaccari y Luismi, el UCAM logró por momentos liberarse de la presión visitante, y hasta asustó con un latigazo lejano de Tropi. Aunque para ocasión clara la que tuvo el punta italiano, y hasta por partida doble, tras un regalo de la defensa en la que se hizo un lío al encarar al último zaguero y, luego, al no controlar un buen pase que lo dejaba solo.

Fue la última meridianamente clara del cuadro blanquiverde, al que las piernas, con solo un par de cambios hechos, le empezaron a pesar ante la fortaleza, solo para la contención, del UCAM Murcia. Por momentos, la importancia de no perder tomó protagonismo, aunque los universitarios aún se encontraron una última que Charlie Dean mandó al limbo con la testa tras burlar la marca de Alberto del Moral en un balón cruzado. El empate, como en las cuatro citas anteriores entre ambos equipos, ya resultó inamovible. Y eso tiene reflejo en la salida del Córdoba de los puestos de honor, esos que darán el billete para pelear por el ascenso, si bien la imagen y el juego invitan, contrariamente a lo que podría esperarse, a ser optimistas para el futuro.

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