Córdoba CF

Un plan de emergencia

  • Confirmada por parte de LaLiga la drástica reducción del límite salarial por los excesos de la pasada campaña, el Córdoba reabre la puerta a la venta de jugadores para elevar su tope

Luis Oliver y Jesús León, durante la rueda de prensa conjunta que dieron el pasado invierno, en pleno proceso de compraventa del Córdoba.

Luis Oliver y Jesús León, durante la rueda de prensa conjunta que dieron el pasado invierno, en pleno proceso de compraventa del Córdoba. / jordi vidal

La temporada 18-19 se ha torcido para el Córdoba mucho antes de que el balón eche a rodar. El club blanquiverde anda más que preocupado por la comunicación de LaLiga sobre cuál es, de partida, su límite salarial para el nuevo curso, el más bajo de Segunda División con unos 3,35 millones de euros, lo que reduce al mínimo la capacidad de maniobra de la dirección deportiva en este mercado de fichajes. De hecho, todas las operaciones avanzadas están hoy en punto muerto y la nómina de profesionales sigue reducida a 17 futbolistas que ya estaban la campaña anterior. Con ellos tendrá que trabajar Francisco desde hoy, a la espera de que la entidad sea capaz de obtener mayor margen de maniobra para concretar fichajes, algo en lo que ya trabaja contrarreloj.

Entre la sorpresa y la indignación, y tras mantener contacto con LaLiga -Jesús León tuvo el lunes, sin ir más lejos, un último encuentro con la patronal- sin resultado alguno, el Córdoba empieza a digerir de la mejor forma posible la delicada situación con la que tendrá que afrontar su nuevo proyecto. Los excesos cometidos en el pasado ya se han hecho notar, y de qué forma. Y eso que aún queda por ver en qué queda la auditoría ordenada por el patronal por los movimientos en el mercado invernal. Mientras, lo que es una realidad ya es que los blanquiverdes deberán hacer encaje de bolillos, tirar de calculadora y exprimir su imaginación para dar forma al plantel.

La salida de Aguado, con una propuesta del Leganés, empieza a valorarse como opciónLa entidad no descarta tampoco deshacerse de parte de los derechos de Sergi Guardiola

De partida, con un tope ridículo de apenas 3,35 millones producto de un desequilibrio en el presupuesto del curso anterior cercano a los 2,5 millones, según fuentes del club consultadas. Un exceso de gasto, no cubierto con los ingresos, que no pudo contener la nueva propiedad en el tramo decisivo del campeonato. Y eso va más allá del déficit de 1,2 millones en el límite salarial que dejó la gestión de la familia González por no cubrir esa partida con traspasos, luego reducida a 800.000 con la salida en enero de Carlos Caballero, Pinillos, Joao Afonso, Markovic, Jaime y Jona. Hay que tener en cuenta que el cálculo del presupuesto, del que luego se extrae el tope salarial, se produce atendiendo a los ingresos y gastos del ejercicio anterior -los reales o una media de las tres últimas campañas-, los ingresos de LaLiga y los traspasos. El resultado de la diferencia es el límite para pagar sueldos, salarios, Seguridad Social, indemnizaciones, traspasos... Y ahí está el problema.

Pero el Córdoba, con León a la cabeza, está convencido de que será capaz de aumentar ese techo en las próximas semanas, algo sobre lo que ya trabaja. Sin noticias, al menos positivas, del patrocinio del Gobierno de Panamá -la entidad había solicitado un millón de dólares-, el club trabaja en otros y variados frentes, teniendo en cuenta que, según explicó a la perfección Roberto Bayón en La Nueva España, las vías para aumentar el tope son traspasos, nuevos contratos de comercialización y publicidad, incremento de los contratos de televisión (inviable ahora), superación de la cantidad presupuestada para abonados (ya será difícil llegar al objetivo de 16.045) y la aportación directa de los accionistas. Y de todos los caminos, los más cortos y directos son los dos primeros.

Especialmente, la vía de los traspasos, que parecía cerrada y ahora se reabre de par en par con los nombres sobre la mesa de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado, aunque a priori la situación de ambos parezca difícil. Porque el primero ya entró en una operación de préstamo con el Getafe hace unas semanas, con una opción de compra de 10 millones al final del próximo curso, y una compensación en forma de cesiones desde el club azulón -de momento de ahí se han caído ya el lateral Olivera, al Albacete, y el volante Carlos Calderón, que apunta al Lugo- con la ficha compartida al 50% que, según dijo la entidad cordobesista, elevaba el acuerdo a unos 1,5 millones. Pero eso no impide una renegociación con los madrileños o la venta de un porcentaje de los derechos federativos del punta a una tercera institución, aunque habría que ver cuánto y por qué cantidad...

En cuanto a Aguado, apartado de la nómina del primer equipo y devuelto al filial por su negativa a aceptar la oferta de mejora y ampliación contractual ofrecida por el CCF, este contratiempo le abre un nuevo horizonte. Quizás sea el momento de poner en el mercado a un futbolista que, con apenas 16 partidos en Segunda -seis de titular-, tiene novias en la máxima categoría. Su nombre está apuntado en las agendas del Valencia, el Eibar y, sobre todo, el Leganés, que estaría dispuesto a poner encima del tapete alrededor de un millón de euros -la cláusula de rescisión del jienense está cifrada en seis- y elevaría de manera considerable los emolumentos del jugador.

El escenario ha cambiado y ahora el Córdoba también tiene que mover ficha, sobre todo porque está obligado a ampliar su límite salarial para poder maniobrar con garantías en este mercado. Sólo así el club podría culminar con éxito operaciones tan importantes como la de los valencianistas Nacho Gil y Nacho Vidal, a los que ha pedido una paciencia que habrá que ver si es posible que mantengan...

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