Con sabor agridulce tras perder dos puntos en la última jugada del partido, Rafa Navarro ha mostrado tras el empate ante el Málaga el orgullo que sentía por el trabajo de su equipo, durante más de 90 minutos, sin esconder su enfado por el tanto final encajado.

"Creo que el partido ha estado donde queríamos. Ha estado bastante controlado, sabiendo del potencial que tenía el Málaga y nos han hecho el gol cuando más duele estando en la situación que estamos", ha apuntado el cordobés, que pese a ello ha dejado claro que es "optimista y estoy contento por el derroche del equipo".

Eso no quita para que Navarro haya asegurado sin tapujos que "hemos cometido un error de infantiles en el gol, que eso no puede pasar en Segunda", aunque apuntó que "hay que levantarse, porque la semana que viene es Almendralejo, que es nuestra final".

Por ese empate final, Navarro ha reconocido que "la sensación del vestuario es que se han escapado dos puntos, que eran súper importantes", por lo que "los jugadores están jodidos pero no queda otra que levantar la cabeza y pensar en el siguiente partido", porque como ha reiterado "yo estoy muy contento del trabajo que han hecho mis jugadores".

Empate inmerecido, a su juicio

Navarro es consciente de que su equipo se medía "a uno de los equipos más fuertes de la categoría y creo que no le hemos perdido la cara al partido", tanto que cree que "hasta el gol final hemos merecido la victoria y creo que el Córdoba ha sido superior al Málaga".

Pese a todo, el mazazo final es duro de asimilar, pues "los puntos no van a volver por mucho que te lamentes, lo único que queda es levantarse y pensar en Almendralejo", ha apuntado antes de reiterar que está "súper orgulloso del trabajo del equipo pero es una pena el gol que nos han hecho, ahí sí que estoy enfadado porque no nos pueden hacer ese gol".