El triunfo que el Córdoba CF logró en su visita al Real Murcia sirvió a los blanquiverdes para vaciar la pesada mochila que arrastraban. No solo cargaban sobre sus espaldas los jugadores cordobesistas el mal arranque de liga con la derrota ante el Ibiza, también la horrorosa dinámica del final del pasado curso, lo que convertía la salida al Enrique Roca en una reválida nada más arrancar el nuevo ejercicio. Con todos los elementos en su contra, el Córdoba volvió por sus fueros cuando menos se le esperaba y, con una soberbia actuación, liquidó nueves meses de sinsabores lejos de El Arcángel.

Y es que ese brillante triunfo en Murcia es solo el segundo que el Córdoba consigue en todo 2023 lejos de su feudo. El annus horribilis que el conjunto cordobesista arrastraba arrancó con victoria en San Fernando -precisamente el campo que el domingo espera a los blanquiverdes- el 8 de enero y ahí se secó. Como visitante, el CCF terminó el curso pasado con una horripilante serie de diez encuentros sin conocer la victoria, con un triste bagaje de cinco empates y otras tantas derrotas. Un despropósito que precipitó el descalabro en el que terminó la temporada.

Partidos y partidos en los que la siempre abnegada y fiel afición blanquiverde cubría kilómetros de carretera con la ilusión de ver a los suyos reaccionar, sin encontrar después el premio a su tesón. Demasiados regresos a casa con el amargor de la derrota presente.

Fiel a ese carácter irredento, capaz de asaltar cualquier campo y de perder ante el rival más endeble, el Córdoba hizo saltar la banca en Murcia, un territorio en el que solo había ganado previamente cuatro veces en toda su historia, después de rendir 28 visitas al conjunto pimentonero.

Lo hizo, además, el equipo de Iván Ania, con una puesta en escena brillante y una actuación colectiva que invita al optimismo en el momento en que más falta hacía. Porque aunque la temporada no ha hecho más que empezar, no son pocas las dudas que el Córdoba CF había sembrado en relación a sus objetivos y la apuesta que el club ha realizado para alcanzarlos.

El cierre del mercado de fichajes dejó en buena parte de la afición la sensación de que el club no ha apostado todo lo que debiera por armar un equipo potente con el que poder competir ante rivales de enjundia como el Ibiza o el propio Real Murcia, los dos clubes que más han animado el mercado y que más jugadores contrastados han sumado a sus respectivas plantillas.

Un balón de oxígeno

Con las dudas que ya había generado el traspiés ante el Ibiza, una derrota ante otro claro candidato al ascenso habría resultado preocupante para el Córdoba, más allá de ese cero de seis que habría dibujado en su casillero. Lejos de amilanarse por ello, en el vestuario se conjuraron para sacar adelante un partido que se antojaba difícil pero en el que los blanquiverdes siempre se mostraron dominadores ante un Murcia todavía por engrasar, lejos aún de ese equipo imponente que puede llegar a ser si se atiende a los nombres que ha acumulado en su plantilla.

Con tres puntos ya en el zurrón, el Córdoba afronta ahora con mucha más calma sus siguientes compromisos. Un simple partido no debe hacer cambiar las impresiones generales sobre dos meses de mercado de fichajes. No se puede esconder que el club ha cerrado su plantilla con importantes carencias que en algún momento del curso aparecerán y que, cuando la competición avance, las diferencias con los rivales más pujantes pueden volver a surgir. Pero ahora Ania y los suyos ganan tiempo y confianza para seguir trabajando, al tiempo que refuerzan su convicción de que pueden ser ese "equipazo" del que presumió el director deportivo en su última aparición pública.

Aparcado ese lastre que suponía el acumular nueve meses sin ganar lejos de casa y quitado ya el corcho de la nueva temporada, el Córdoba CF afronta ahora una segunda salida que servirá para testear la capacidad del grupo de empezar a sumar puntos con regularidad. Porque entre la decepción sufrida ante el Ibiza y el subidón con el que el equipo blanquiverdes salió del Enrique Roca debe haber un punto medio en el que el grupo se afiance y empiece a convertirse en ese equipo fiable que aspira a ser.