El Templo Romano de Córdoba se podrá visitar a partir de junio

Después de que el pasado domingo 11 de mayo se llevó a cabo el desmontaje de la grúa de las obras del Templo Romano de Córdoba ubicado en la calle Claudio Marcelo, la apertura de este monumento al público parece inminente. Al menos así lo ha asegurado el alcalde de Córdoba, José María Bellido, este miércoles en sus declaraciones: "Cruzo los dedos porque parece que esta obra arrastra una maldición desde hace años, pero me la voy a jugar y creo que el mes que tiene lo tenemos abierto e inaugurado con la obra ya terminada", ha puntualizado el popular.

Según el primer edil, tan solo quedan unos pequeños pasos para que el Templo Romano pueda abrir al público, pues ha explicado que la obra está a falta solo de ponerle un chapado metálico a la escalera. "Estamos trabajando codo con codo con la empresa que quiere terminar las obras y que está pendiente del pago de dos o tres facturas nuestras. En cuanto paguemos estas facturas podemos proceder a la última fase que es de carácter muy pequeño", ha recalcado Bellido, quien ha asegurado que estará abierto en junio "si todo va bien".

Un templo dedicado al culto imperial

Situado junto al edificio del Ayuntamiento se ubica el único Templo Romano de Córdoba del que ha llegado evidencia arqueológica hasta la actualidad. Dedicado al culto imperial, asombra por sus grandes dimensiones. Formó parte del Foro Provincial junto con un circo. Originariamente, estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas de tipo corintio en su entrada.

Frente a esta se levantaba el ara o altar. La reconstrucción, llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández, ha aportado a Córdoba una muestra más de la grandiosidad de esta urbe en época romana. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o en inusuales y bellos rincones de la ciudad, como la columna estriada de la plaza de las Doblas.

En el Templo Romano ya se acometió inicialmente alguna reforma, como la realizada en 2013 que permitía observar el monumento con más facilidad que antes. Después, en 2017 se llevó a cabo una fase previa a la actual que contemplaba la reconsolidación de la estructura, con especial atención en los sillares, los muros de contención que lindan con el Ayuntamiento y los elementos de las columnas.