El otoño ya está aquí y son muchos los que lo reciben con los brazos abiertos porque atrás queda el calor y es el turno de sacar a relucir los abrigos para protegerse del frío. También porque es la época para salir al campo en busca de setas aprovechando las precipitaciones de noviembre. Incluso porque da paso a la temporada de caza tan esperada para los amantes de esta histórica práctica. Unas aficiones que son cotidianas cuando el verano termina y se va acercando la Navidad y que, por supuesto, también se trasladan a la gastronomía.

Así, cuando comienzan a caer las hojas de los árboles, los cartuchos de castañas asadas a sustituir a los conos de helado y el sol a verse cada vez menos horas, los frutos más característicos de los últimos meses del año pasan a ser los protagonistas de los platos más apetecibles. Por eso, en Córdoba, las tabernas y restaurantes ya sirven sus mejores bocados con alimentos típicos del momento. Las setas, los frutos secos y la carne de caza se convierten en los atractivos de una gastronomía cordobesa siempre fiel a sus tradiciones.

En la Taberna La Montillana, ubicada en la Plaza de San Miguel, aprovechan la llegada del otoño para ofrecer fuera de carta exquisitas combinaciones de la mejor comida tradicional con los productos de la fecha. De las más deliciosas setas que recogen frescas y directas a los consumidores, crean platos como paté de níscalos y foie, boletus de diferentes tipos o las croquetas de setas shiitake caseras. 

La carne de caza también es característica en esta inconfundible taberna fundada en 1948 y la sirven en diferentes bocados. Además de la carne de cacería de jabalí, el venado en salsa, o el solomillo de ciervo, brindan combinaciones gastronómicas vanguardistas como el croissant relleno de abanico ibérico y salsa de alioli de castaña asada. Toda una delicia de La Montillana que incluye el fruto seco insignia del otoño y que lleva a la provincia cordobesa por bandera con sus productos de la sierra del Valle del Guadiato de Villaviciosa de Córdoba.

En muchos otros rincones de la capital la comida otoñal también es protagonista. Uno de los mejores ejemplos es la mítica Taberna Góngora, situada en la calle Conde de Torres Cabrera, 4. Este tradicional establecimiento que evoca al mayor recuerdo de Manolete ofrece carne de monte no solo en esta época, sino durante todo el año. Y es que, Óscar Ruiz, dueño del local, sirve venado en todos sus formatos: en salsa, en forma de albóndiga e incluso e incluso dentro de un flamenquín.

También la carne de lomo de jabalí en manteca es muy popular y, por supuesto, las setas no pueden faltar en la carta de este tradicional espacio hostelero. Las setas de álamo de temporada son uno de los platos más apetitosos de este otoño que resultan indispensables disfrutarlas junto al magistral fino de Las Navas del Selpillar de la pedanía de Lucena que ofrecen en esta taberna instaurada desde 1978.

En el barrio de Ciudad Jardín, en la Taberna San Cristóbal, brindan un plato otoñal que apasiona a sus clientes. Se trata de las setas a la plancha combinadas entre boletus, shiitake y níscalos que tanto amor levanta entre los comensales como asegura Pedro Salcedo, uno de los dueños de este establecimiento. Y es que, a pesar de que las pueden servir con arroz, revueltas e incluso a gusto del consumidor, a este hostelero le piden que las hagan de la forma que el público considera más sabrosa: a la plancha.

pedro Salcedo y el plato de setas a la plancha de la Taberna San Cristóbal.

Entre estas variadas recetas y formatos de la siempre deliciosa gastronomía cordobesa, los mejores bocados del otoño se funden entre el sabor de las más sofisticadas setas ideales para combinar con cualquier comida, la más tierna y jugosa carne de caza tan característica del campo de Córdoba y las castañas más deliciosas y calientes que los cordobeses ya pueden disfrutar en las diferentes tabernas y restaurantes de la capital.