Solidaridad

Puertas Verdes a la esperanza en los barrios más desfavorecidos de Córdoba

El párroco Miguel David Pozo en el acto del Mercado Victoria.

El párroco Miguel David Pozo en el acto del Mercado Victoria. / Juan Ayala

"Llenar de puertas verdes barrios como el Guadalquivir o el Sector Sur en Córdoba es la misión de aquellos que creen que no hay excusa alguna para no ayudar a los demás". Con esas palabras lanza un órdago el párroco Miguel David Pozo a los que quieran ser "héroes" frente a la pobreza que sufren los niños y adolescentes de las zonas más desfavorecidas de la ciudad.

Pozo es la cabeza visible del Proyecto Puerta Verde que desarrolla, desde hace varios años, en las iglesias de Santa Luisa de Marillac y San Martín de Porres, durante todos los sábados del año y los meses de verano. Y precisamente a punto de entrar en la época estival, cuando los niños acaban las clases y pasan más tiempo en las calles de estos barrios donde se cuece la delincuencia en edades tempranas, el párroco ha decidido dar visibilidad a la última campaña, ¿Nos ayudas abrir puertas?, para concienciar a la sociedad de la existencia de esta dramática realidad y pedir su colaboración.

"A unos metros de donde pisamos hay un mundo tremendamente horrible", ha afirmado Pozo en referencia a esos barrios de Córdoba, durante el acto de presentación que ha servido para divulgar la campaña, celebrado en el Mercado Victoria y que ha contado con una amplísima asistencia de público y autoridades. "Basta cruzar un puente para adentrarnos en un mundo que, según la zona o la franja horaria, se convierte en un submundo en el que la vida de muchos adolescentes jóvenes y niños se vuelve oscura al carecer de zonas o espacios para crecer en alegría y sí encontrarse en situaciones para crecer en delincuencia".

Lo dice porque "vivir allí me hace pisar la tierra", ha justificado Pozo, pues "es espantoso que un niño no pueda reír, que tenga como futuro la delincuencia". El párroco se ha dado un baño de masas ante los vecinos de su parroquia, siempre creativo e inquieto, con miles de proyectos para cambiar o rehabilitar las realidades que hay al otro lado de la puerta. "Te hace desgastar tu vida para que el otro tenga vida", ha señalado Pozo.
La iniciativa Puerta Verde, además de promover hábitos de vida y educar, permite vivir experiencias inalcanzables en algunos casos para los jóvenes y los niños de estos barrios, como unos campamentos urbanos o en Torrox con el objetivo de hacer que estén al menos unos días alejados de la realidad del mismo, con la realización de diversas actividades.
"Los llevan a la playa y ellos se ilusionan, para algunos es la primera vez", ha mencionado Yolanda, una de las madres del Polígono Guadalquivir que inscribe a sus niños al proyecto. "Estoy super contenta, el proyecto es una ilusión, una puerta que no se cierra, que cada día te hace evolucionar más", ha dicho. "Los niños aprenden mucho, les enseñan a resolver los conflictos; los mejor es el amor y el apoyo que les dan los monitores". 
 
Para hacer posible éstas y más actividades, el proyecto Puerta verde ha puesto en venta la llaves verdes a un precio de 50 euros cada una. Un gesto simbólico para abrir esas puertas que separan los dos mundos. "Vender una llave es beca a un chico para que en esos dos meses pueda ir al cine, a la playa o comprarse una hamburguesa", ha afirmado Pozo, "cosas que ocurren cuando gente como nosotros se incomoda un poquito para hacer más cómodo al otro". La donación se puede hacer por bizum al número 669431155 o través de la página de una transferencia a la cuenta de la parroquia.

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