La hostelería de Córdoba está registrando un 40% menos de reservas y clientes en general debido a la lluvia que está cayendo esta Semana Santa. El presidente de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor), Jesús Guerrero, ha resaltado que durante esta fiesta los bares y restaurantes suelen estar completos tanto por cordobeses como por turistas que visitan la ciudad y la provincia, sin embargo este año las pérdidas van a ser importantes.

La Semana Santa supone "el arranque de la temporada" tras unos meses, enero y febrero, "en los que se vende, pero no a nivel fuerte". Por eso, esta fiesta es "la que te hace respirar".

"Los clientes de Córdoba se animan menos" a salir a comer o cenar con el mal tiempo, especialmente con la intensa lluvia, pero además "la gente de fuera está cancelando muchas reservas" que habían realizado hace tiempo. 

Es decir, a la vez que se cancelan las reservas de hoteles, también caen las de los restaurantes. De hecho, cree que las pérdidas van a ser tales que incluso habrá hosteleros que tengan que aplazar el pago de los impuestos este mes de abril. "Después de esto tendremos que seguir con alegría, trabajando y funcionando, otra cosa no podemos hacer", asevera Guerrero. 

Las terrazas suponen alrededor de un 40% de las plazas de los establecimientos de hostelería cordobeses y, debido a la lluvia, no se pueden montar. "Todos los que tengan terraza, ahora mismo están únicamente funcionando con el interior", incide el presidente de Hostecor. Y los que tengan un local pequeño "no tienen capacidad" para montar mesas dentro.

Ahora, bares y restaurantes miran con esperanza al cielo para que el resto de abril puedan recuperarse de las pérdidas de Semana Santa y se preparan para la llegada del Mayo Festivo, cuya primera gran cita son las Cruces.

Igual le ocurre al sector hotelero, que tiene un 60% de ocupación en el total de la Semana Santa, según aclara el presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Manuel Fragero. La pasada semana, la ocupación de estos establecimientos era de un 68% de media, aunque la previsión era que subiera hasta un 80% si el tiempo acompañaba. Con la lluvia, no solo no se han producido las reservas de última hora, sino que se han cancelado algunas que llevaban tiempo hechas.

La borrasca Nelson llegó a Córdoba el pasado miércoles con un aviso amarillo por lluvia y fuertes rachas de viento que se prolongarán durante toda la semana, lo que ha provocado que no salgan en procesión ninguna de las hermandades de la capital en los dos últimos días. Antes, entre el Domingo de Ramos y el Martes Santo, también ha imperado la inestabilidad meteorológica, con chubascos intermitentes que tampoco apenas han dejado salir a los pasos. Según la Agencia Estatal de Meteorología, (Aemet), seguirá lloviendo hasta el Domingo de Resurrección.

La patronal hotelera andaluza Fahat ha realizado una encuesta a sus socios que pone de manifiesto una caída generalizada de las previsiones iniciales de ocupación -excepto en Sevilla-  en una media de 11,70 puntos.

"Ya en el momento de análisis de las previsiones iniciales, los datos arrojaban una diferencia de casi cinco puntos negativos con respecto a los datos de cierre de la Semana Santa de 2023, si bien había algunas perspectivas de crecimiento que definitivamente se han diluido como consecuencia del mal tiempo generalizado en toda la comunidad", señalan desde Fahat.

La patronal incide en que "la clave de este mal comportamiento de la demanda está en la proliferación de cancelaciones y la práctica inexistencia de reservas de última hora, lo cual despeja cualquier duda sobre una posible recuperación que el sector estima no se va a producir, desafortunadamente".

Con este escenario, los hosteleros dan "por perdidos los efectos positivos que en circunstancias normales la actividad durante la Semana Santa aporta al conjunto del negocio turístico, enfocando desde ahora su esfuerzo por consolidar la tendencia positiva que se observa de momento de cara al arranque de la campaña estival", finaliza Fahat.