Municipal

El ecopunto de la Ribera está solo a la espera de recibir licencia de obra

  • Sadeco adjudicó el pasado mes de mayo la actuación a la empresa Magtel que se comprometió a ejecutarlo en dos meses

Un ciclista circula por la Ronda de Isasa, en la Ribera.

Un ciclista circula por la Ronda de Isasa, en la Ribera. / El Día

El ecopunto de la Ribera está tan solo a la espera de licencia de obra para que pueda ser una realidad, según confirmaron ayer a este periódico fuentes de la empresa pública Sadeco. Esta instalación es una larga reivindicación de los hosteleros de esa zona del Casco Histórico y de los vecinos de la Ribera cuya construcción encargó Sadeco a la empresa Magtel –adjudicataria de las actuaciones– a finales del pasado mes de mayo.

Ayer, el consejo de administración de la empresa pública tomó conocimiento del proceso de adjudicación a través de las actas de las comisiones de compra celebradas a principios del pasado mes de mayo, en las que se detalla cuál fue la empresa adjudicataria, las otras tres que optaron a las actuaciones –Ingeniería Construcción Cordobesa, Iglesias Nolasco y Verlin Integraciones– y que Magtel se comprometió a tenerlo listo en dos meses por 88.891 euros.

Según reza el proyecto, este ecopunto se ubicaría en la calleja Noques y con fachada también en la calle Consolación, en un local actualmente sin uso en la planta baja de un edificio de viviendas, donde se proyecta la ejecución de un cuarto destinado a almacenamiento de residuos sólidos urbanos. Su extensión es de 142 metros cuadrados.

También según el proyecto el ecopunto albergará en su interior contenedores de residuos sólidos urbanos (RSU) “en adecuadas condiciones de higiene, evitando cualquier tipo de molestia. Mientras que el cuarto de residuos se dividirá en dos zonas, una de ellas destinada al depósito de residuos por parte de los ciudadanos (ecopunto público) y otra dedicada al sector hostelería y comercio (ecopunto comercial), quedando una parte del local original ocupada por unos aseos y un local sin uso”.

Se detalla que allí se instalarán nueve contenedores de 1.000 litros de capacidad para el uso vecinal y 20 contenedores de 360 litros de capacidad para uso comercial. La instalación de control de acceso se hará mediante un lector de tarjetas magnéticas –de las que se distribuirán unas 200– instalado en el exterior de la zona pública del cuarto de residuos conectado con el sistema de apertura automática de la puerta.

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