Cruz Conde

La reivindicación del orgullo

  • Córdoba celebra el Día del Orgullo Lgtbi con una nueva manifestación en la que los jóvenes se erigen por encima del resto con más altura de miras que quien ocupa sillones

Dos chicas se cubren con una bandera durante la manifestación.

Dos chicas se cubren con una bandera durante la manifestación. / Juan Ayala

Hace ahora 50 años se impulsó el catalizador del movimiento Lgtbi en todo el mundo. El punto de origen fue un pub denominado Stonewall Inn, situado en el barrio neoyorkino de Greenwich Village. Durante la madrugada del 28 de junio varios policías, con el beneplácito del gobierno, entraron en el pub en una redada que se transformó en manifestación por parte de los allí presentes, que plantaron cara a la situación.

El Día del Orgullo conmemora esta fecha y en su 50 aniversario el colectivo Lgtbi deja claro que se trata de una reivindicación, no de una fiesta, y más aún en un momento algo extraño.

Córdoba también ha querido sacar orgullo esta semana y el pasado viernes, a pesar de las altas temperaturas, miles de personas se echaron a la calle con la bandera de la libertad al hombro para recordar que manifestaciones de este tipo siempre serán necesarias mientras exista un mínimo de discriminación.

En esa marcha, donde participaron alrededor de 2.000 personas, se pudo ver a muchos políticos. Desde hace años, el Ayuntamiento de la ciudad cuelga por estas fechas la bandera Lgtbi en su balcón, y aunque en ocasiones pueda parecer un movimiento más de cara a la galería, lo cierto es que tremendamente necesario.

El nuevo gobierno municipal ha ido este año más allá y ha anunciado una mesa de la diversidad, en la que estén representados los colectivos y en la que se atiendan sus demandas. Es un buen paso, sin duda, aunque ya sabe lo que le gusta a esta ciudad una mesa municipal que sirve para hacerse la foto en el día del anuncio, reunirse un par de veces con unos objetivos increíbles y que al año siguiente absolutamente nadie sepa qué ha pasado con eso.

En el plano político que se le atribuye al Orgullo algo ha cambiado también este año, y también en el Ayuntamiento. Si años atrás todos los grupos municipales han participado en el izado de la bandera, este año hay uno en particular al que no se le ha visto por allí (tampoco se le esperaba). Se trata de Vox (sorpresa) que cuenta con dos concejales por Capitulares y a los que no se les vio ese día cerca de la bandera. Entender las dimensiones de esta reivindicación, quizá, supere las causas primarias por las que ambos concejales concurrieron a las elecciones, quién sabe.

Pero como nadie, o casi nadie, se va a pasar por la casa consistorial a buscar ejemplo este hecho puede quedarse en un segundo plano atendiendo únicamente a la manifestación del viernes. A pesar de que hubiera algún que otro político, la marcha no era de ellos, sino de los jóvenes que tomaron las calles.

Ellos y ellas sí son buena fuente de ejemplo, aunque en ocasiones se les limite a Instagram, trap y reguetón. Fueron los que inundaron la manifestación, se dejaron la voz y alzaron las pancartas. Ellos, los mismos a los que los disturbios de Stonewall pillan más lejos que a nadie.

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