El asesinato de Olivia, la pequeña de seis años de Tenerife cuyo cuerpo fue encontrado el pasado jueves en el mar, dentro de una bolsa con un ancla enganchada a unos mil metros de profundidad, después de haber sido secuestrada junto a su hermana menor Anna -su paradero aún se desconoce- por su padre hacía más de un mes, ha sacado a la luz la versión más cruel de la violencia machista en España. Se trata de la violencia vicaria, menos conocida socialmente, y que consiste en llevar el maltrato al extremo, al máximo de dolor, dañando a la mujer a través de sus propios hijos; no persigue matarla, sino hacer sufrir todo lo posible.

El caso de Tenerife, todavía no resuelto pero de momento ya saldado con la muerte de Olivia, eleva a 41 los menores asesinados por violencia de género en España desde 2013 -tres en lo que va de 2021, según los datos del Gobierno-, fecha en la que se comenzó a contabilizar la cifra de niños víctimas de la violencia machista. Este balance recoge a los menores asesinados, pero también a los que han quedado en situación de orfandad tras el asesinato de su madre, y amenaza con crecer ante la falta de noticias de la pequeña Anna, la hermana menor de Olivia, de apenas un año, también secuestrada por su padre, Tomás Gimeno.

Fuera de estos datos queda, por fechas, el caso que en octubre de 2011 conmocionó a toda Córdoba: el doble asesinato de José Bretón a sus hijos Ruth y José, de 7 y 2 años, a los que mató y a continuación calcinó en una hoguera antes de denunciar su secuestro por un despiste en la Ciudad de los Niños, que ahora lleva el nombre de los pequeños. Por aquel macabro desenlace, Bretón está condenado desde el 22 de julio de 2013 a 40 años de prisión (en marzo de 2015 la pena fue rebajada a un máximo de 25).

Pero como ha quedado demostrado con lo ocurrido en Tenerife, la lacra de la violencia machista y esa versión extrema que es la violencia vicaria continúa latente, y con muchos más casos ocultos de los que ven la luz por miedo a denunciar. De hecho, según recoge el último registro del Sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género (Sistema VioGén) realizado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, con fecha 31 de mayo, en Córdoba hay en estos momentos once casos de menores en situación de riesgo y 136 en situación de vulnerabilidad. En ambos casos, estos niños pueden estar a cargo de los Servicios Sociales o de las propias víctimas de violencia de género, situación esta última en la que hay 610 en la provincia.

Entre once casos de menores en situación de riesgo, todos están clasificados como nivel medio (también hay alto y extremo, del que solo hay un caso registrado en España, concretamente en Cantabria). Hay que destacar que son aquellos en los que la valoración policial detecta una especial combinación que apunta a que la violencia ejercida por el agresor sobre la víctima podría extenderse a otras personas de su entorno más cercano, especialmente menores.

Unos pequeños portan un cartel en recuerdo de las niñas Olivia y Anna en Santa Cruz de Tenerife.

Por su parte, de los 136 casos de menores en situación de vulnerabilidad, hay 59 en nivel bajo, 27 en medio, tres en alto y 47 en no apreciado; no hay caso alguno en el nivel extremo, del que solo se contabilizan tres en toda la geografía nacional, uno en Almería, otro en Málaga y otro en Santa Cruz de Tenerife. Se trata de aquellos en los que el análisis policial previo recoge indicadores que apuntan a esta situación de vulnerabilidad.

Solo Huelva mejora el balance de la Córdoba

A nivel andaluz, los casos de menores en situación de riesgo ascienden a 140, siendo Huelva, con solo dos, la única que está por debajo de Córdoba, mientras que Cádiz (20), Jaén (23), Málaga (24) y Sevilla (31) superan la veintena de asuntos, que en España son un total de 471. En cuanto a la situación de vulnerabilidad, en Andalucía se concentran 1.510 de los 5.634 que hay en todo el país, siendo las provincias más afectadas Cádiz (234), Málaga (260) y Sevilla (299), mientras que apenas Huelva (94) mejora los registros de Córdoba.

También hay que hacer referencia a los llamados casos de especial relevancia, y que son aquellos en los que, tras la valoración policial del riesgo, se detecta una especial combinación de indicadores que aumentan de manera significativa la probabilidad de que el agresor ejerza sobre la víctima violencia muy grave o letal. En la provincia se encuentran 156 casos detectados, ninguno en nivel extremo, concentrados en nivel medio (133) y alto (23).

Con todos estos datos, el Ministerio del Interior recoge en su más reciente informe del Sistema VioGén también el total de casos activos en las tres situaciones desde la entrada en vigor del nuevo Protocolo-Instrucción 4/2019 el 13 de marzo de ese mismo año, y con fecha tope del 31 de mayo de 2021, por lo que el acumulado queda así: 461 de especial relevancia (144 nivel medio, 255 alto y 62 extremo), 52 de riesgo (ocho medio, 28 alto y 16 extremo) y 136 de vulnerabilidad (cuatro no apreciado, 35 bajo, 52 medio, 38 alto y 7 extremo).

Estos asuntos referentes a menores, considerados víctimas de violencia de género desde 2015 con la entrada en vigor de la Ley de la Infancia y la Adolescencia y que integran lo que se conoce como violencia vicaria, forman parte de los 1.267 casos activos en el sistema en Córdoba dentro del Sistema VioGén, que son aquellos que son objeto de seguimiento policial. El total de asuntos se distribuye en los siguientes niveles de riesgo: no apreciado (453), bajo (567), medio (224) y alto (23). Además, hay otros 9.008 casos ya inactivos –aquellos que, por determinadas circunstancias, temporalmente, no son objeto de seguimiento policial, pero puede reactivarse en cualquier momento– para un total de 10.275, con 9.240 víctimas.