La contaminación por ozono de Córdoba, muy por encima del objetivo para preservar la salud de la población

La zona de Lepanto continúa siendo un punto negro de polución en este 2025, en el que el calor y las altas temperaturas han empeorado la situación en España

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Tráfico denso en Córdoba
Tráfico denso en Córdoba / Miguel Ángel Salas

El verano de 2025 será recordado por sus largas olas de calor, con temperaturas extremas y una elevada insolación que han tenido una consecuencia no deseada: el aumento de los niveles de contaminación por ozono, que han alcanzado los valores más altos de la última década en el conjunto del país. También en el caso de Córdoba: durante tres meses se han superado los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud para la preservación del bienestar de la población y en el caso de la zona de Lepanto, punto negro de Córdoba, la situación ha empeorado.

Así se recoge en el último informe al respecto de Ecologistas en Acción, elaborado con datos recopilados entre el 1 de enero y el 30 de septiembre. El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales, la ganadería intensiva o los vertederos. Se trata, por tanto, de un contaminante típico de primavera y verano, de ahí la presentación de este informe al acabar la época estival.

Para controlar los niveles de ozono hay un objetivo legal vigente: que no se superen en 25 días al año unos niveles de ozono de 120 microgramos por metro cúbico (en valor octohorario en un periodo de tres años). En el caso de Córdoba, con dos estaciones de medición tras el cierre de la asociada a la térmica de Puente Nuevo, la instalación situada en la zona de Lepanto ha superado ese objetivo legal vigente, el más laxo de todos según remarca Ecologistas en Acción, al llegar a 31 superaciones. Si se toma como referencia el nuevo valor objetivo aprobado para 2030, la situación es aún peor, puesto que está marcado en 18 días al año. La estación de Asomadilla también se acerca a ese valor, con 15 superaciones registradas.

Y si se toma como referencia el valor objetivo más estricto, el de la OMS (100 microgramos/metro cúbico no más de tres días al año), toda la población cordobesa ha respirado aire contaminado durante este 2025: en el caso de Córdoba se ha superado ese valor durante 93 días. Además, la situación de Lepanto muestra un empeoramiento respecto al periodo de referencia, 2012-2019.

La dinámica del ozono lo reparte por todo el territorio, incluidas las zonas rurales. En el Valle del Guadalquivir, el viento desplaza la contaminación del área industrial de Huelva hacia Sevilla y Córdoba, donde se combina con la emitida por el denso tráfico de ambas ciudades y algunas fábricas, activando en las horas centrales del día la formación de ozono troposférico, que por la tarde remonta el valle del Guadalquivir, llegando a la ciudad de Jaén y a la vertiente meridional de Sierra Morena, a 200 kilómetros de distancia. La contribución local y regional durante los episodios de alta contaminación supone aquí la mitad de las máximas octohorarias de ozono.

Ecologistas en Acción refleja que durante 2025, el ozono troposférico ha afectado a todo el territorio andaluz, con casi todas las estaciones de medición registrando numerosas superaciones del valor octohorario permitido por la normativa y del recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), "recuperando las concentraciones medias previas a la pandemia de la COVID-19. De esta manera, los niveles de ozono han sido en Andalucía los más altos desde 2017".

La organización reclama a la Junta de Andalucía que apruebe un plan de mejora de la calidad del aire referido a las superaciones en la última década de los valores objetivo de ozono para la protección de la salud y/o de la vegetación en todas las zonas de la comunidad, algo que aún no ha hecho "persistiendo en el incumplimiento de la legislación ambiental en esta materia".

Para Ecologistas, la contaminación por ozono "debe abordarse como un problema sanitario de primer orden", ya que causa cada año hasta 10.000 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, "afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias". Durante el verano de 2025, el Instituto de Salud Carlos III ha estimado un exceso de 3.840 muertes por el elevado calor y el ozono.

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