¿Cuándo será la apertura de la Biblioteca del Estado de Córdoba? Apunten a final del verano
Infraestructuras
Sin fecha fija para la recepción del edificio, la Junta adelanta los pasos y saca a licitación el traslado de todos los fondos desde la Biblioteca Provincial
El coste de la Biblioteca del Estado de Córdoba se dispara hasta los 18,7 millones de euros
Aunque nadie quiere marcarse plazos, la Biblioteca del Estado de Córdoba, ese mastodonte que se levanta en los Jardines de la Agricultura -conocidos popularmente como de los Patos- en la zona que da a la avenida de América, no abrirá sus puertas, en el mejor de los casos, hasta el final del verano. Son las fechas que se desprenden del último movimiento dado en torno a un inmueble que acumula años de retraso, lo que entre otras cosas ha disparado su precio hasta casi los 20 millones, más del doble de la partida inicialmente fijada.
Con la obra oficialmente acabada desde el 31 de noviembre de 2021 y el mobiliario por fin dispuesto tras no pocos aplazamientos acumulados durante el pasado año, el Gobierno de España está a expensas de contar con la señalítica para poder recepcionar la obra y entregarla a la Junta de Andalucía para su gestión. ¿Hay fecha? Ni está ni se le espera, aunque cabe pensar que no debe pasar de las próximas semanas, tal vez meses, pues el gasto apenas asciende a 130.000 euros. Nada en comparación con la inversión total.
Tal vez por esa previsión optimista, y con vistas a recortar los plazos todo lo posible, el Ejecutivo andaluz ha sacado ya a licitación la mudanza de los documentos bibliográficos, equipamiento y enseres varios desde la Biblioteca Provincial de Amador de los Ríos hasta la nueva sede. Un contrato, con una partida 46.000 euros y una duración de seis meses, que es el que permite aproximar la fecha de apertura del nuevo edificio. Y es que teniendo en cuenta que el periodo para presentar ofertas se extiende hasta el próximo día 26, a lo que habrá que sumar la adjudicación, difícilmente la actuación empezaría antes de marzo... siempre y cuando el Gobierno ya haya cumplido para entonces su parte del trato, lo que también está por ver.
Según recoge el pliego de condiciones, el material que se debe trasladar es, en su mayor parte, material bibliográfico y audiovisual, además de cajas de archivo con revistas y folletos, y carteles y grabados, hasta un total de casi 250.000 volúmenes. La Biblioteca tiene un fondo con 30.102 libros y folletos, 671 manuscritos, 139 mapas, 103 grabados, 156 partituras y 555 títulos de diarios y revistas, dentro de los 70.000 documentos que pertenecen al Patrimonio Bibliográfico de la misma, y que deben ser tratados "con el criterio exigido en los protocolos de traslados de obras de arte". La mudanza también incluye el traslado de material de oficina, así como mobiliario diverso: fotocopiadoras e impresoras, equipos informáticos, estanterías...
El traslado se realizará en dos fases, una inicial con todo el fondo documental no susceptible de préstamo, y una segunda con el fondo que puede ser utilizado por los usuarios con más frecuencia, además del resto de enseres, para no interrumpir el buen funcionamiento de la Biblioteca. La mudanza en sí tiene una duración, según fija la memoria de la licitación, de 65 días, si bien ahí no acaba el trabajo. Una vez recepcionado todo el material, debe ser informatizado y colocado en un edificio que tiene más de 7.200 metros cuadrados de superficie útil y en el que habrá un espacio dedicado a Pablo García Baena, uno de los buques insignia del Grupo Cántico, que será precisamente el nombre que tenga la Biblioteca del Estado.
No será hasta que se produzca el trasvase entre ambas instalaciones cuando el Gobierno y la Junta busquen una fecha para la apertura oficial. Visto el trabajo que queda por hacer, ese momento no llegará, en el mejor de los casos, hasta el final del verano. Muchos meses después de la última fecha deslizada por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que en sus últimas apariciones públicas en la segunda mitad de 2022 llegó a fijar el mes de diciembre para ese momento. Ni que decir tiene que no ha podido ser.
Más de 12 años desde la primera licitación
El proyecto inicial de la Biblioteca del Estado de Córdoba, impulsado por la exvicepresidenta primera del Gobierno, la cordobesa Carmen Calvo, durante su etapa al frente del Ministerio de Cultura, recibió licencia por primera vez en 2010. Varios años después de tal concesión y de iniciar las obras, la actuación se paralizó en 2014, algo que, unido a la aparición de restos arqueológicos, llevaron a la administración estatal a redactar un nuevo proyecto, en este caso de terminación de la obra. Así las cosas, las actuaciones se reanudaron en 2019, concluyendo a finales de 2021.
En la descripción de cómo será este nuevo espacio cultural, el Gobierno ya informó de que su planta trapezoidal se adapta al trazado de los jardines históricos del siglo XVII, respetando el arbolado existente y escalonando su altura desde la avenida de América hacia el parque. Interiormente, la sala de lectura en planta primera -un gran espacio diáfano, en el que el mobiliario organizará las diferentes áreas- incorpora la visión de las copas de los árboles, bajo una cubierta quebrada con altos lucernarios.
La biblioteca infantil en un nivel inferior y en continuidad con el jardín, integra un muro califal del siglo X, descubierto durante la ejecución de las obras. Funcionará con total independencia del resto del espacio, si bien se conectan interiormente. En esta planta, pegado al desnivel existente, se ubica el área de depósito de libros. El área de consulta y lectura y el área de fondo especializado se sitúan en planta segunda, en una bandeja lineal abierta hacia el espacio del fondo general.
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