Una mesa de trabajo formada por el gobierno estatal y autonómico y por 18 alcaldes de los municipios más afectados por las fuertes lluvias que tuvieron lugar a principios de mes en Córdoba, Jaén y Sevilla se encargará de actualizar la información del mapa de zonas inundables del río Guadalquivir. Esta medida de carácter inmediato tendrá el objetivo de evitar que nuevas inundaciones afecten a la población en zonas como Córdoba, donde la mayoría de viviendas perjudicadas por la crecida del caudal se encuentran en suelos que pertenecen al propio cauce del río.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, y el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunieron ayer en el Palacio de San Telmo con los 18 ediles para acordar la actualización de los protocolos de colaboración entre los ayuntamientos, la Agencia Andaluza del Agua y el sistema de Emergencias 112.

El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, explicó además que la Junta de Andalucía creará una mesa para poner en común la información y los protocolos disponibles sobre desembalses, teniendo en cuenta, dice Ocaña, que se trata de los grandes responsables de estas riadas. El regidor dijo ayer que la existencia dos inundaciones de gran entidad se ha producido en "un año pluviométrico" similar a 1997 en el que no tuvieron lugar destrozos de estas características. El alcalde reconoció que, de todos los regidores representados, había dos grupos, los de municipios más pequeños que tienen problemas con arroyos y los de los pueblos y ciudades de la Vega que han tenido que lidiar con la crecida del Guadalquivir.

Por la mañana, el regidor se mostraba más que desconfiado de la efectividad de estas reuniones. "Nos van a decir que todo ha estado bien", afirmaba con sorna. Sin embargo, reconocía que su interés principal es abordar los protocolos de desembalse y flexibilizar las condiciones de acceso a las ayudas, en las que el certificado de empadronamiento no puede aportarse en muchas ocasiones. Rubalcaba tomó nota y se comprometió a estudiar la propuesta.

Luis Pizarro dijo que los alcaldes han coincidido en que se hace necesario "un mayor nivel de información" por parte de la Agencia Andaluza del Agua hacia los ayuntamientos. Si bien incidió en que ninguno de ellos ha cuestionado la política de desembalses, "que se hace en función de los protocolos técnicos". "Actualmente, tratan de que sus pueblos vuelvan a la normalidad mientras se evalúan los daños", comentó Pizarro, quien reconoció la necesidad de actualizar el mapa de zonas inundables de Andalucía para "no actuar cuando surja el problema, sino ser capaces de prevenirlo", declaró.

El consejero señaló que durante las lluvias que cayeron a principios de diciembre se activaron los planes de emergencias en Córdoba, Jaén y Sevilla, lo que supuso la intervención y el trabajo de más de 2.000 personas entre técnicos, operarios o fuerzas de seguridad para aliviar los daños más urgentes en los pueblos afectados.  Pizarro indicó que las inversiones realizadas en 2010 para evitar más inundaciones han paliado la situación "ya que sin ellas los daños hubieran sido mucho mayores".