A pesar de que las obras de la segunda fase del Templo Romano están paralizadas, el alcalde, José María Bellido, ha señalado que confía en que se puedan retomar y ha descartado que se vayan a quedar fuera del Plan Turístico de Grandes Ciudades de la Junta. La obra, ha subrayado, “no corre peligro”, al tiempo que ha señalado que la Administración autonómica ha permitido prorrogar en los últimos años este plan.

No obstante, Bellido ha lamentado la situación “compleja que se quedó en el último mandato, donde desgraciadamente el ritmo de ejecución que llevaba la empresa no era el que estaba previsto en el contrato”.

Así, ha recordado que desde los servicios técnicos y jurídicos de la Gerencia de Urbanismo se estudian ahora las consecuencias del incumplimiento del contrato, si es que ha existido, para iniciar el expediente de resolución del contrato en la junta de gobierno local.Se trata de una medida, ha explicado, que “tendrá que visar el Consejo Consultivo”.

Una vez que la situación esté resuelta, la segunda fase de recuperación del Templo Romano se volverá a sacar a licitación, tal y como ya expuso el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, el pasado miércoles.

Mientras tanto, Arquepec –empresa adjudicataria de las obras– ha solicitado al Ayuntamiento 178.000 euros por la paralización del proyecto, del que han criticado su “indefinición”. Para resolver el contrato, tanto el Consistorio como la propia compañía se tendrán que poner de acuerdo para concretar el punto en el que se encuentran las obras. Y es que mientras que desde el Ayuntamiento ya se dijo que estaban al 20%, la percepción por parte de la compañía es diferente, ya que suma diferentes conceptos a la terminación de la misma.